viernes, 24 de enero de 2014

Crema Catalana




...Y qué rica está, y qué bien sale/sabe esta crema catalana. En casa nos ha encantado de siempre. Estos postres de cuchara de "toda la vida" sencillitos de hacer y muy sabrosos son una gozada.

Pensaba que ya había publicado esta receta, la he hecho muchas veces, pero el otro día me di cuenta de que se me había quedado en el tintero. Y quiero seguir con las recetas tradicionales, "las nuestras". Tenemos en este país una riqueza gastronómica..., ¡es una pasada! Sin dudarlo creo que España es el mejor país del mundo gastronómicamente hablando: buena materia prima, buenas recetas, grandes chefs y grandes cocineras que llevan generaciones cocinando en el anonimato y transmitiéndonos la sabiduría gastronómica y mediterránea que nos hace únicos. 

Después de esta exaltación a la gastronomía de nuestra tierra doy paso a la receta. Es del libro "1080 Recetas de Cocina", de Simone Ortega, garantía de éxito.  

A pesar de tener Thermomix me gusta más mi olla y mis varillas para cocinarla: al final tanta tecnología le quita la gracia a la cocina. 

INGREDIENTES (para 6 personas):
  • 1 litro de Leche
  • 8 Yemas de Huevo (podéis congelar las claras según os pongo en este post)
  • 6 cucharadas soperas de Azúcar, para la crema
  • Cáscara de un Limón
  • 2 Cucharadas soperas de Maizena
  • 4 cucharadas soperas de Azúcar, para quemar

Hervimos a fuego lento la leche con la cáscara del limón para aromatizarla.

En un bol batimos las yemas con el azúcar y la Maizena (podemos usar la batidora si no nos queda bien). Cuando estén bien batidas, sin grumos, añadimos poco a poco un vaso de la leche caliente y vamos mezclando muy bien con las yemas para atemperarlas. Una vez esté bien diluido bajamos el fuego a temperatura media y sacamos la corteza del limón. Añadimos la mezcla de las yemas removiendo muy bien y sin parar, con unas varillas o una cuchara de madera. Es muy importante no dejar de remover pues si se pega a la olla amargará la crema. Veremos que la mezcla va espesando poco a poco conforme se va calentando todo. A los 5 minutos más o menos llegará un punto en que tendrá una cierta consistencia (de natilla). Cortamos el fuego y depositamos en cuencos individuales. Si vemos que tiene grumos podemos usar un colador de malla gruesa para separarlos, pero si el proceso lo habéis hecho correctamente no tienen porqué saliros. Dejamos enfriar y cuando se temple introducimos en la nevera. Debemos intentar que quede bien fría, pues al quemarla perderá algo de frío.

Justo antes de servir espolvoreamos una cantidad generosa de azúcar sobre la crema. Quemamos con una plancha (mejor) o soplete de cocina. Debe quedar una costra dura, que haga "clac" al darle con la cuchara. Si hacemos esta fase y después refrigeramos se ablandará y perderá su punto. Si usáis soplete intentad acercarlo lo más posible para que se queme rápido. Si lo alejáis tardará más en quemar y se calentará la crema.