jueves, 1 de agosto de 2013

Mi nuevo "cacharrito" para cocinar... ¡me voy de vacaciones!



Y bien mentirosa que soy, porque ni es nuevo (tiene ya un año y medio), ni es -ito, sino más bien un buen cacharro, ni es mío, se lo echarón los Reyes a Fernando, que es un ecoman en toda regla y le encanta la cocina. Eso sí, sirve para cocinar, en eso no os he engañado.

Pensando en despedirme de vosotros hasta septiembre había pensado enseñaros el "artilugio de cocina" con el que voy a experimentar este verano. Seguro que ni Ferrán Adriá tiene uno de estos, jeje.

Y es que no conocéis mi faceta ecológica. No sabéis la satisfacción que da coger un poco de fruta, azúcar y limón, sacar "la cocina" a la terraza y obtener una exquisita mermelada con el calor del sol. 




O los ingredientes para un caldo (que sabéis que cuanto más rato cueza más rico sale), ponerlos en la olla al sol y solamente ir reorientando la cocina cada hora más o menos para hacer un delicioso caldo a fuego lento.




Incluso estamos pensando en irnos a un merendero en el campo a cocinar: seguro que el "SEPRONA" no nos multa, porque a ver agente, ¿dónde está aquí el fuego?

Estas cocinas aprovechan el calor del sol y lo concentran a modo de lupa en un punto: lugar donde colocamos la olla. La gente me pregunta, ¿pero calientan? Yo les digo que es como cocinar a fuego lento, es como poner una olla al mínimo-medio de cocción. Se tarda en cocinar aproximadamente el doble o un poco más que en una cocina normal, pero para mí la satisfacción es muy grande, ¿será que soy muy friki?




Hasta ahora solo hemos hecho caldo, mermeladas, arroz con leche y risotto, pero el resultado ha sido estupendo. No paro de darle vueltas a la cabeza sobre recetas nuevas para experimentar.




Y Fernando, que es mi Bricoman particular, está dándole vueltas a un diseño para hacer un Horno Solar, otra modalidad de cocción a través de la energía solar. Ya os contaré si sale la cosa.

Pues eso es todo, espero que paséis unas estupendas vacaciones, que desconectéis de tecnologías y ordenadores, que cocinéis solo si os apetece mucho, y que disfrutéis de la familia y de los amigos. Nos vemos en Septiembre.

Besos a todos...

Cheesecake de Fresas y Pistachos



De nuevo vengo con otra tarta de queso, que me encanta..., y de fresas, que también me encantan..., con mucho yogur, que está buenísimo y sin horno, que en verano es ideal. ¿Tenéis alguna duda que será una tarta de queso espectacular?

Yo desde que la vi supe que triunfaría, y es que en "Dolci a go go", los cheesecakes son la estrella, y siempre que quiero hacer alguno nuevo miro en esa página, y nunca fallan, os la recomiendo 100 por 100.

Y con la llegada de las fresas (aunque este año ya se han ido) busco y busco recetas con ellas. Me encantan, son mi debilidad, y hago todo tipo de postres de fresas. Y éste Cheesecake creo que lo he hecho ya 3 veces este año, por algo será, ¿no?

Pues si os animáis aquí lo tenéis:

INGREDIENTES (para un molde de 20 cm.)

Para la base:
  • 150 grs. de Galletas
  • 70 grs. de Mantequilla
  • 15 grs. de Miel
Para el relleno:
  • 200 grs. de Requesón (podemos sustituir por queso de untar)
  • 200 ml. de Nata
  • 200 ml. de Yogur Natural
  • 300 grs. de Fresas (separar unas pocas para adornar)
  • 120 grs. de Azúcar
  • 6 Hojas de Gelatina
  • 1/4 de vaso de Leche
  • Pistachos pelados

Para hacer la base troceamos las galletas hasta hacerlas polvo (con Thermomix, bolsa de plástico y rodillo...). Preparamos el molde forrando la base con papel de hornear para luego poder desmoldarlo con facilidad.

Por otro lado ponemos en un cazo la mantequilla y la miel. Calentamos y cuando estén derretidos añadimos las galletas. Colocamos esta pasta sobre el papel de horno del molde, apretando bien. Dejamos enfriar en la nevera.

Para hacer el relleno comenzamos poniendo la gelatina en remojo en agua muy fría. Batimos las fresas hasta obtener un puré lo más fino posible. Colamos para eliminar las pepitas (así estará más apetecible). Añadimos el queso, el azúcar y el yogur y mezclamos muy bien. Montamos la nata y reservamos.

Por otro lado en un poquito de leche muy caliente (1/4 de vaso o incluso menos) vamos añadiendo la gelatina bien escurrida para que se disuelva muy bien.

Añadimos la gelatina a la mezcla de fresas y removemos bien. Incorporamos también la nata montada y mezclamos con movimientos envolventes para que no se baje. Cuando tengamos una mezcla homogénea vertemos sobre la base de galletas y dejamos enfriar en la nevera durante toda la noche (mínimo 5-6 horas).

Antes de servir desmoldamos con cuidado y decoramos con las fresas apartadas y los pistachos troceados.