miércoles, 12 de diciembre de 2012

Mantecados de sabores



¡Cuánto estoy tardando este año en ponerme con las recetas navideñas! Llevo más de un mes viendo los blogs de la gente llenos de recetas de dulces, turrones y demás postres navideños, y yo con muchas ganas, pero con poco tiempo.

Pero si en un puente no te pones con ésto..., date por vencida. Y el puente pasado empecé a llenar mi casa de aromas navideños. Esta vez con una receta que me impresionó por lo simple que es, y sobre todo por el resultado obtenido: un dulce con mucho sabor y muy fino, nada basto como a veces resultan algunos mantecados.

En mi casa "somos mucho" de mantecados. Hacen muchos por la zona y como somos tan golosos no nos limitamos a estas fechas para degustarlos, incluso mi hija prefiere un mantecado a un croissant o cualquier pieza de bollería. Cuando hice éstos nos encantaron, pero mi padre y mi hermano que son catadores asiduos de mis recetas, y sobre todo, muy críticos a la hora de evaluarlas (no se cortan un pelo, cosa que agradezco bastante) se quedaron encantadísimos con ellos, ¡hasta mi madre piensa hacerlos! Así supe que habían triunfado :-)

La receta es del blog de Asopaipas, que es un especialista en la materia. Hice varias variedades para ver qué tal estaban y todos quedaron exquisitos. No me enrollo más, aquí tenéis la receta.


INGREDIENTES (para unas 40-50 unidades):
  • 700 grs. de Harina de Fuerza
  • 350 grs. de Azúcar Glas
  • 350 grs. de Manteca de Cerdo Ibérica
  • Ralladura de Limón (mantecados de limón), vainilla líquida (mantecados de vainilla) o en vaina, Chocolate Valor en polvo (mantecados de chocolate), canela (mantecados de canela).
  • Azúcar Glas para espolvorear

El proceso es muy fácil. Lo primero que hay que hacer es tostar la harina, para darle ese gusto tan especial que tienen los mantecados. Para ello ponemos la harina en la bandeja del horno y horneamos a 150º C hasta que pierda el color blanco y empiece a tostarse. El tiempo varía mucho, así es que os recomiendo que estéis pendientes y cada 5-10 minutos remováis con una cuchara para que se tueste toda la harina por igual.

Dejamos enfriar un poco y mezclamos con la manteca y el azúcar glas. Si tenéis algún robot de cocina es bueno utilizarlo en esta fase para evitaros "pringaros" mucho con la manteca, aunque al final mezcléis un poco con la mano para que quede todo bien homogéneo.

Una vez bien mezclada la masa haremos partes, para las distintas versiones. Yo hice 3:
  • Una parte + ralladura de 1-2 limones: mantecados de limón
  • Una parte + una vaina de vainilla abierta (solo las bolitas negras) y una cucharadita de vainilla líquida: mantecados de vainilla
  • Una parte + 2 cucharadas rasas de cacao en polvo Valor: mantecados de chocolate
También podemos añadir una cucharadita de canela para hacer mantecados de canela, o de ralladura de naranja para la versión naranja...

Mezclamos cada parte de la masa con el ingrediente elegido. Yo suelo probar la masa en crudo para ver qué toque de sabor llevan, es decir, si le añado más limón, canela, vainilla... Una vez horneado tiene mal remedio...

Para dar la forma os recomiendo este proceso: encimera de la cocina + film transparente + masa + film transparente + rodillo. Es decir, amasar entre film transparente de cocina os hará el proceso mucho más fácil. No se os pegará la masa ni a la encimera ni al rodillo y será mucho más cómoda de trabajar.

Estiramos la masa dando el grosor deseado. A mi me gustan más finitos, se obtiene una masa más fina y apetecible. Le di 1 cm. de grosor como mucho. Si os gustan más gorditos, también podéis hacerlos así, pero tendréis que hornear algo más de tiempo.

Con un cortador redondo vamos cortando las distintas porciones y con un cuchillo bien afilado vamos separando del film y depositándolos con mucho cuidado en la bandeja de horno, previamente cubierta con papel de hornear. Con la masa que os sobre volvéis a hacer una bola, que volvéis a estirar y vais repitiendo el proceso hasta que se os termine la masa.

Precalentamos el horno a 180ºC. Horneamos durante unos 12-15 minutos. Es importante que estéis pendientes a partir de los 12 minutos más o menos. En cuanto veamos que empiezan a ponerse dorados debemos sacarlos, si no corremos el riesgo de que queden demasiado tostados y sobre todo crujientes, lo que les haría perder su aspecto suave. Fue lo que me pasó en la primera hornada, que fue de 20 minutos, y los mantecados de vainilla acabaron pareciendo los de chocolate. Aunque están buenos han quedado muy crujientes. Este tiempo de horneado también dependerá del grosor que les deis (en la receta original Asopaipas los deja 30-40 minutos).

Sacamos la bandeja del horno y con una paleta vamos colocando sobre una bandeja para que se vayan enfriando. 

Aun calientes, con un colador relleno de azúcar glas los vamos espolvoreando, para que enfríen con el azúcar ya puesto y se les adhiera mejor.

Después de esto..., a disfrutarlos. A mí no sé si me quedaran para cuando llegue Nochebuena. Os los recomiendo de verdad, os van a encantar.



lunes, 3 de diciembre de 2012

Pimientos de piquillo rellenos de Bacalao o Croquetas de Bacalao


Hoy os traigo una receta que nos encanta hacer cuando tenemos alguna comida especial. Y seguro que pensáis que es más complicada que lo que realmente es... ¡Pues no! Es facilita y está de muerte. En casa se hace desde hace muchos años y siempre triunfa. Todo un clásico de la cocina española.

Lo bueno de esta masa es que es muy versátil. Una vez hecha también puede utilizarse para realizar croquetas de bacalao. ¡Y salen muy ricas!

Si tenéis manga pastelera os la recomiendo para rellenar los pimientos, os resultará mucho más cómodo y fácil. Si no, la cuchara de toda la vida y un poquito más de paciencia.

INGREDIENTES (para 4 personas):
  • 16 Pimientos de Piquillo

Para el relleno o masa de croquetas:
  • 150 grs. de Bacalao salado o 250 grs. de Bacalao congelado
  • 1 Cebolla
  • 3 cucharadas de Harina
  • 750 ml. de Leche (esta cantidad es muy variable)
  • Nuez moscada
  • Aceite
  • Sal
  • Pimienta

Para la salsa:
  • 200 ml. de Nata de cocinar (un brick)
  • 8-10 Pimientos de Piquillo
  • Sal
  • Pimienta
  • Perejil (opcional)


Lo primero que debemos hacer es desalar el bacalao (si es en salazón). Para ello lo desmigamos y cubrimos de forma generosa con agua (desmigado se desala mucho antes). Lo ideal es que mientras está en agua lo dejemos dentro de la nevera, sobre todo si es verano. La vamos cambiando varias veces durante unas 3-4 horas el agua. En principio con este tiempo es suficiente. Si quisiéramos desalar un lomo entero sin "desmigarlo" podemos tardar entre 36-48 horas.

Ahora empezamos a realizar el sofrito. Para ello picamos muy finamente la cebolla y la pochamos en una sartén con aceite a fuego lento. Añadimos el bacalao en trocitos pequeños y doramos un poco. Incorporamos la harina y le damos unas vueltas en la sartén para que pierda humedad (a fuego medio 1-2 minutos, hasta que veamos que "nos pide" líquido).

Agregamos la leche (podemos empezar por 400-500 ml.). Removemos y sin esperar mucho tiempo batimos la masa con la batidora dentro de la sartén (este paso es mejor hacerlo antes de que la masa solidifique mucho). Si la mezcla es muy líquida ponemos la batidora más flojita (para evitar que salpique). Si está más espesa subimos la intensidad para que bata bien. Con esto conseguimos quitar los tropezones grandes y que nos quede una masa homogénea, que será más cómoda para rellenar con la manga pastelera. También podéis prescindir de este paso si os gusta la masa con "tropezones" y vais a rellenar los pimientos con cuchara.

Rectificamos de sal (si le hace falta) y ponemos un poquito de pimienta y nuez moscada.

Una vez batida (no hace falta esmerarse demasiado con la batidora, solo unos toques) vamos dando unas vueltas en la sartén hasta que la masa quede un poco más consistente. Si vemos que se nos pasa, "no problem", añadimos más leche y removemos, enseguida espesará de nuevo. El espesor depende del gusto. Tened en cuenta que cuando se enfríe quedará más espesa que en caliente, por lo que es bueno quedarse con un relleno un poco menos espeso del resultado final que deseamos: una masa más líquida que la de las croquetas.

En otra sartén vamos "marcando" los pimientos de piquillo. Para ello limpiamos de las posibles semillas que puedan tener dentro y damos unas vueltas rápidas a fuego fuerte por la sartén, con unas gotitas de aceite.

Rellenamos la manga pastelera con la masa de las croquetas usando cualquier boquilla gruesa (para evitar "atascos") que tengamos. Vamos introduciendo con cuidado en cada uno de los pimientos.

Una vez rellenos preparamos la salsa. Para ello ponemos en el vaso de la batidora unos 10 pimientos y la nata. Batimos, rectificamos de sal y pimienta y reservamos. En cuanto a la cantidad de pimientos es libre. Depende si queréis resaltar el sabor de éste o la suavidad de la nata podéis cambiar la proporción: menos nata o más pimientos.

Vamos poniendo los pimientos en una fuente para el horno. Aquí tenemos 2 opciones. Hornear los pimientos solos y calentar la salsa en una cacerola (quedará más bonito para la presentación) o cubrir los pimientos con la salsa y hornearlo todo junto. Eso va al gusto...

Solo necesitamos hornear (a 180º C) unos 15 minutos: el tiempo necesario para que se calienten.

Sacamos del horno y servimos con la salsa. Podemos espolvorear también con un poquito de perejil picado. 


NOTAS
  • Si os gustan las Croquetas de bacalao podéis usar esta receta: espesáis un poco más la masa y formáis las croquetas. Rebozáis en huevo y pan rallado y freís.
  • La Salsa de Pimientos está buenísima también si hacemos las croquetas de bacalao. Queda estupendo en una fuente un fondo de esta salsa y las croquetas por encima. Le da un toque espectacular.