domingo, 26 de febrero de 2012

Galletas de Avena y Buttermilk


Hoy os traigo una receta de galletas que me ha sorprendido en muchos sentidos. Primero: no lleva harina de trigo. Segundo: no lleva huevo. Tercero: aun así, tienen un sabor que me recuerda mucho a no sé que galletas integrales que ya he comido. Cuarta: la textura que tienen antes de meterlas en el horno.

La receta es de un libro de Dan Lepard: Short & Sweet. Un libro que he adquirido de amazon.co.uk y que aun ando descubriendo: ya os contaré algo más cuando haya hecho más cositas. Aunque viniendo de quién viene no creo que me defraude.



Volviendo a la receta, son unas galletas altamente integrales. La "harina" que lleva es el resultado de moler hasta hacer polvo 200 grs. de copos de avena. No hay más. El resto de ingredientes: buttermilk, algo de azúcar, algo de mantequilla, bicarbonato y sal. Son sumamante rápidas de hacer. Y es curioso lo que obtenemos con esta mezcla: una especie de papilla que tras ser horneada se convertirá en galleta. Pero será papilla sólo durante un tiempo. A los pocos minutos de hacerla la avena empezará a "beberse" el líquido y cambia a textura de pasta.

En cuanto al sabor, deciros que son integrales y por ello quizás no tan apetecibles como otra galleta (tampoco tienen mucha mantequilla ni huevo, que les da sabor). Pero son agradables de comer si os gusta la avena. Para mi gusto tienen poca azúcar y pienso subsanarlo la próxima vez que las haga. También mezclaré quizás con avellanas y creo que tendrán aun más sabor, pero aun así me han gustado bastante.

Otra forma de "alegrarlas" es usando chocolate de cobertura. Le dan mucho sabor y ahora sí que tienen un sabor muy apetecible. Probad a hacerlas y ya me contáis. Ya os digo que si tenéis Thermomix o cualquier picador para la avena las haréis en un santiamén.

Ingredientes (para unas 25 galletas):
  • 200 grs. de copos de Avena
  • 1/2 cucharadita de Bicarbonato
  • 3-4 cucharadas de Azúcar
  • 1/2 cucharadita de Sal
  • 50 grs. de Mantequilla
  • 175 ml. de Buttemilk (en mi caso 125 grs. de Suero de leche y 50 grs. de Yogur)
  • Copos de Avena para decorar
  • 100 grs. de Cobertura de Chocolate con leche (opcional)

Con una Thermomix, picadora o similar picamos los 200 grs. de Avena hasta hacerlos harina.

Mezclamos la Avena con el Bicarbonato, el Azúcar y la sal en un bol grande.

Añadimos la mantequilla cortada en trocitos y con las manos vamos desmigajando y mezclando con la avena hasta que quede todo bien integrado. Nos quedará una textura de crumble.

Añadimos el buttermilk y mezclamos hasta que nos quede una pasta, como una papilla espesa.

Precalentamos el horno a 170º.

En una bandeja de horno cubierta con papel de hornear vamos depositando cucharaditas de la mezcla. Si ha reposado un rato tendremos una especie de pasta, que no será muy difícil de manejar. Daremos forma de pelotita y "espachurraremos" hasta aplanar y formar un círculo de no más de 1/2 cm. de grosor. Esta masa no se deformará en el horno, así es que la forma que le demos con la mano es la que tendrá nuestra galleta.

Espolvoreamos con copos de avena para decorar y presionamos un poquito con la mano para que se adhieran y no se despeguen después de hornear.

Horneamos durante unos 25-30 minutos. Para comprobar que estén hechas sólo tenemos que observar el momento en el que los bordes empiezan a ponerse dorados, más que el resto de las galletas, que también habrán tomado algo de color. En mi horno (sin aire) fueron 25 minutos.

Sacamos del horno y dejamos enfriar en una rejilla.

Si optamos por añadirle chocolate sólo tendremos que derretir éste en el microondas. Yo lo pongo a máxima potencia y voy sacando de 30 en 30 segundos, remuevo y vuelvo a introducir en el micro, hasta comprobar que esté derretido o casi (si le falta un poco se suele derretir al moverlo con la cuchara).

Con un cuchillo untamos en las galletas como si fuera mantequilla y con un tenedor hacemos unas ondas para decorar.

Introducimos en el congelador unos 10 minutos para que el chocolate vuelva a endurecerse y a degustar.


jueves, 23 de febrero de 2012

Bizcocho de Coco y Chocolate blanco


Lo digo, lo repito y lo vuelvo a repetir ¡Como me gustan esas recetas en la que das salida a más de una cosa que tienes en casa! Y es que cuando hay algún ingrediente "que tengo que gastar" no hay nada mejor que Google: escribes el nombre de los ingredientes en cuestión y "voala", receta encontrada. Pero a veces es aun mejor, porque quieres dar salida a dos y te encuentras algún ingrediente más que está empezando a caducar.

Eso me pasó con esta receta. Andaba buscando algún bizcocho con el que utilizar coco rallado y leche de coco que estaba ya al límite. Y encontré éste de "Las recetas de mamá", que además de ser un blog estupendo me da mucha confianza y estoy segura de antemano que el resultado será muy bueno. Y mira tú por donde que además tenía gran cantidad de chocolate blanco, al igual que mi despensa, por lo que mejor no podía ser.

Si me lo pensé y dudé un poco fue porque lo vi "hipercalórico". También es verdad que sacia más que otros, así es que compensamos por ahí ;-)

En la receta original va cubierto de más coco y más chocolate, pero me gustan los bizcochos "solo bizcocho", ya que Raquel los lleva al cole y yo me los tomo en el trabajo para desayunar. Así no manchan (ni engordan) tanto. Si fuera para una merienda lo hubiera "untado" de todas todas.

El resultado fue un bizcocho muy bueno, por supuesto con mucho sabor a coco. Estaba mejor a partir del segundo día, ya que la parte externa estaba más blandita. Se conserva estupendamente durante unos cuantos días, eso sí, tapado o cubierto ya que si no se reseca muy rápido. Yo lo puse en una tartera tapada y aguantó unos 5 días sin problemas.

Pues eso es todo, sólo os falta probarlo, ¿no?

Ingredientes (para un molde de rosco o bundt):
  • 3 Huevos
  • 1 pizca de Sal
  • 150 grs. de Azúcar
  • 150 grs. de Chocolate Blanco
  • 150 grs. de Mantequilla
  • 150 ml. de Leche de coco
  • 150 grs. de Harina
  • 150 grs. de Coco rallado
  • 1/2 sobre de Levadura

Para cubrir
(opcional):
  • Coco rallado
  • Chocolate blanco
  • Manteca de cacao (o mantequilla)

Se separan las yemas y las claras de los huevos y se montan las claras con una pizca de sal. Cuando estén bien montadas, se les añade 50 grs. de azúcar y se sigue batiendo.

Se baten las yemas bien con el azúcar restante. Mientras fundimos en el micro el chocolate blanco con la mantequilla. Se deja entibiar y se añade a las yemas y se sigue batiendo hasta que quede integrado en la masa.

A continuación se añade la leche de coco.

Se mezcla la harina con el coco rallado y la levadura y se va incorporando poco a poco a la masa igual que la leche de coco.

Precalentamos el horno a 175ºC.

Cuando esté todo bien mezclado se añaden unas cucharadas de las claras, que se incorporan a la masa (si se añaden todas de golpe cuesta más integrarlas en la masa).

Por último, se incorporan el resto de las claras moviendo con cuidado para que la masa no se baje.

Se pincela un molde con aceite de girasol o mantequilla y se hornea a 175°C unos 45-50 minutos.

Después de desmoldar se funde un poco de chocolate blanco con manteca de coco y se vierte sobre el bizcocho, que luego se espolvorea con coco rallado.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Galletas de la Fortuna


¿Habéis visto qué graciosas? Estas galletas son la aportación que mi hija Raquel (8 años) hizo a la V Feria de la Tapa, la misma en la que yo he realizado los Whoopie Pies.

Ella tenía muchas ganas de hacer alguna comidita especial, y como queríamos que fuera "de bocado", ya que había otros 9 platos que degustar vimos idóneo el realizar estas galletas. Por supuesto..., ¡con mensajes! Buscamos algunas frases interesantes en internet, las imprimimos y ¡manos a la obra!

Son unas galletas tipo "Lenguas de gato", con un sabor a naranja muy rico. Tienen el problema de que son complicadas de formar, pero con la ayuda de éste vídeo, paciencia y algo de suerte os pueden quedar muy muy ricas y bonitas.

Al igual que en mis Whoopie Pies no quería fallar y me fui a una web "de confianza", El gato goloso. Con esta receta obtendréis unas deliciosas galletas de la fortuna.


Ingredientes (para unas 10 galletas):
  • 2 claras de huevo grande
  • 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 cucharada de ralladura de naranja
  • 3 cucharadas de aceite vegetal
  • 8 cucharadas de harina
  • 1 1/2 cucharaditas de maicena
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 8 cucharadas de azúcar
  • 3 cucharaditas de agua
Utensilios recomendados:
  • 1 taza
  • Moldes de muffins, vasos o flaneras para mantener la forma de las galletas (ver vídeo)
  • Guantes de latex
  • Papel de horno encerado

Previamente a la realización de las galletas deberemos haber escrito en los papelitos los mensajes que queramos. Recortamos y reservamos (doblados si hace falta). Deberemos tenerlos muy a mano para el proceso de doblado de la galleta.

Pintaremos en papel de horno encerado 4 circunferencias de unos 10 cm. de diámetro. No recomiendo hacer más ya que tiene un proceso que debe hacerse de forma veloz y más de 4 galletas pueden ser demasiadas y pasarse de cocción.

Batimos la clara de huevo, el extracto de vainilla, la ralladura de naranja y el aceite vegetal hasta que quede espumoso, pero no rígido.

Tamizamos la harina, la maicena, la sal y el azúcar en un tazón aparte. Incorporamos el agua en la mezcla de harina.

Añadimos la harina en la mezcla de clara de huevo y mezclar hasta obtener una masa suave.

Precalentamos el horno a 170º C.

Depositamos 1 cucharada sopera de la mezcla (no excesivamente llena) en el centro de cada uno de los círculos y con mucho cuidado, con la misma cucharada, vamos extendiendo la masa para que rellene todo el hueco (los 10 cm. de diámetro). Debe quedar un circulito de masa muy muy finito. Si lo hacemos más grueso luego nos costará más trabajo darle la forma.

Horneamos hasta que el exterior de cada galleta se dore (unos 5-10 minutos). Mientras nos ponemos los guantes de latex o incluso, algunos más grueso que nos permita trabajar sin quemarnos, puesto que tendremos que doblar la masa recién salida del horno. Si podemos contar con la ayuda de alguna persona para este proceso mucho mejor.

Trabajando con rapidez, sacamos la galleta con una espátula, le damos la vuelta (el lado que tocaba la bandeja debe quedar arriba) y colocamos el papelito con el mensaje en medio de la galleta.

Para dar la forma a la galleta lo mejor es ver el vídeo, pero os explico igualmente. Una vez introducido el papel doblamos por la mitad, como si se tratara de una empanadilla. A continuación tiramos suavemente los bordes hacia abajo sobre el borde de la taza, con lo que la galleta adoptará la forma que la caracteriza, abombándose por el centro. Colocamos la galleta terminada en un molde de muffin, flanera o vaso, para que conserve la forma (si no la galleta se abrirá separando sus puntas). Continuar con el resto de las galletas rápidamente.

Estas galletas se endurecen con rapidez y deben manipularse recién salidas del horno (no hornear mas de 4 galletas a la vez porque no dará tiempo de formarlas a todas antes de que endurezcan).

domingo, 12 de febrero de 2012

Whoopie Pies de Chocolate y Frambuesa


¡Qué día más especial para mí! Tras un año de espera volvíamos a reunirnos para la V Feria de la Tapa. Una "reunión" de 9 amantes de la cocina en la que dar rienda suelta a nuestra imaginación gastronómica. En esta ocasión cada uno de los participantes preparamos un pequeño plato de un país cuya letra empiece por nuestro nombre. Yo lo tuve claro enseguida Elena = E = Estados Unidos, la cocina que ando descubriendo gracias a la web y los libros de amazon.co.uk.

Fue una noche estupenda. Cada plato era una sorpresa y un manjar preparado con el mayor de los cariños. Ya estamos deseando repetir, aunque a ver si para la próxima lo hacemos a mediodía, porque 9 platos en una noche..., por muy pequeños que sean... Si queréis ver lo que comimos os enlazo al blog de Isabel, que lo cuenta con más detalle y enlaza a algunas de las recetas.

Y como me ofrecí voluntaria para los postres pensé en una receta que andaba tiempo queriendo hacer: los Whoopie Pies. Quería hacerlos de chocolate y rellenos de alguna crema fresca. La frambuesa me pareció ideal: quedaron exquisitos.

El "problema" fue elegir la receta. Hay tantísimas por internet... Pero no quería fallar, ya que no tenía tiempo para hacer una prueba, y me fui a lo seguro. Vi unos con una pinta espectacular en "Cocido de Sopa", y como me fío más de las recetas de los blogs (y más de éste) que de los libros de cocina, modifiqué un pelín la receta para adaptarla a mis ingrediente y ¡a cocinar!. Os recomiendo un paseo por este blog. Entre las fotos y las recetas que tiene se os hará la boca agua...

Me estoy dando cuenta que os hablo de Whoopie Pies como si hablara de las torrijas: no todo el mundo sabe lo que es un Whoopie Pie. Pues es un bizcochito del tamaño de una galleta, o realmente 2 bizcochos redondos que a modo de bocadillo van rellenos de una crema. Se suelen hacer de unos 10 cm (grandes) o de unos 5 cm (pequeñitos). Tienen su origen en Pensilvania, y su nombre se debe a la expresión de los agricultores al encontrárselo en la fiambrera "Whoopie!!!" (decían eufóricos). Es otro de los dulces que se está extendiendo mundialmente gracias a internet y los múltiples blogs de cocina.

Os animo a probarlos. Esta receta nos proporciona un bizcocho superesponjoso, me ha encantado hasta para comerlo sin relleno. De hecho a Raquel se los pondré mañana como desayuno para el cole (sin relleno). Por supuesto: repetiré.

Ingredientes (para unos 10 Whoopie Pies de unos 10 cm.):

Para la masa:
  • 280 grs. de harina
  • 50 grs. de cacao en polvo (Valor)
  • 1 cdta. de bicarbonato
  • 1/2 cdta. de sal
  • 100 grs. de mantequilla cortada en cuadraditos
  • 200 grs. de azúcar moreno
  • 1 huevo
  • 1 cdta. de extracto de vainilla
  • 250 grs. de buttermilk (yo usé 200 grs. de suero de leche + 50 grs. de yogur)

Para el relleno:
  • 60 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 225 gr. de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 1/2 cdta. de extracto de vainilla
  • 310 grs. de azúcar glas (yo puse 225 grs.)
  • 1 cucharada de mermelada de frambuesa
  • 1 puñado de frutas del bosque liofilizadas (si no tenéis añadir mermelada de frambuesa hasta que os guste)

Voy a empezar con el relleno. Si lo hacemos antes, mientras se hacen los Whoopie pies en el horno se nos puede ir enfriando el relleno en la nevera.

Batimos todos los ingredientes del relleno con una batidora de varillas. Dejamos enfriar en la nevera, así la mantequilla volverá a endurecer y la crema tomará más consistencia.


Para el bizcocho: Tamizamos la harina, el cacao, el bicarbonato y la sal. Reservamos.

Batimos con unas varillas la mantequilla y el azúcar moreno hasta que estén bien integradas. Añadir el huevo y el extracto de vainilla hasta que quede todo bien mezclado.

Incorporamos la mitad del buttermilk o suero de leche y el yogur (si lo usamos) y batimos. Añadimos la mitad de la harina. Mezclamos. El resto del suero de leche. Mezclamos. El resto de la harina. Mezclamos hasta que quede todo bien integrado. Debe quedar una masa parecida a un helado cremoso: ni líquida (debe coger algo de forma), ni sólida (no debe llegar a estar como un helado congelado). Debe quedar cremosa.

Precalentamos el horno a 180º sacando la bandeja del horno.

Con una cuchara de hacer bolas de helado de unos 3,5 cm de diámetro, hacemos bolas y rasamos la medida (para que todos sean igual de grandes.

Cubrimos la bandeja con papel de horno (no uséis láminas de silicona que algunas se abomban y deforman los Whoopies). Vamos haciendo bolas y colocándolas encima, dejando una distancia entre ambas de uno 8 cm. (en mi bandeja de horno hice filas de 3 x 3 unidades). Horneamos durante unos 15 minutos (ésto dependerá del tamaño y de la potencia de vuestro horno). Cuando pinchando con un palito éste salgo limpio estarán. Pero no pasarse de horno porque al enfriarse se endurecen un poquito.

Sacamos y dejamos enfriar sobre el mismo papel de horno. Usaremos uno para cada hornada. Después *separaremos con una espátula o cuchillo.


Para rellenar los Whoopies podemos usar una manga pastelera, una cuchara de helado o un par de cucharas. Depositamos una buena cantidad de masa en el centro de un Whoopie. Con el bizcocho que servirá de tapa vamos haciendo círculos sobre el relleno y así se irá distribuyendo uniformemente alrededor de la base. No sé si me he explicado bien, pero es un método bastante bueno para distribuir el relleno en el bizcocho y que nos quede bastante parejo.

*Un consejo. La masa de los Whoopie Pies es bastante esponjosa, por lo que si los colocáis unos sobre otros (una vez que ya estén horneados, se entiende), se "pegarán". Recomiendo separar cada tanda con papel de horno si los vais a amontonar. Si os fijáis en la foto que hay en primer plano veis lo que pasa por no hacer ésto :-(

jueves, 9 de febrero de 2012

Cheesecake de Lemon Curd


Hoy os traigo una receta muy especial. Y especial en 2 sentidos: en cuanto a su sabor intenso y fresco a limón (con un toque ácido) y en cuanto al día tan bonito que fue para mí. Por estos 2 motivos seguro que no la olvidaré.

En casa, ya os he comentado algunas veces, nos gustan los postres frescos, ligeros y "digestivos". Después de una cena copiosa, una tarta ligera es lo que mejor sienta, y para ligeras..., las tartas de queso. ¡Mira que hay recetas distintas! Todas buenísimas.

Le tenía echado el ojo a ésta de "Dolci a go go" desde hace algún tiempo, y ayer fue el momento perfecto para probarla. Esta página tiene recetas buenísimas y un montón de cheesecakes. Pasaros un ratito a echarle un vistazo y seguro la añadís a vuestras favoritas.

El Lemon Curd que le puse no es el que dice la receta, sino uno que ya he hecho otras veces y me encanta, ya no quiero probar otro. Pinchando el enlace podéis obtener la receta. Si tenéis Thermomix se hace solo y el resto de la tarta batir y hornear: todo muy rápido y fácil.

La receta original es para un molde de 20 cm. Yo os pongo para un molde de 26 cm.


Ingredientes (para un molde de 26 cm.)
  • 225 grs. de Galletas tipo Digestive
  • 75 grs. de Mantequilla
  • 375 grs. de Queso crema (tipo Philadelphia)
  • 2 Yogures Griegos
  • 1 Yogur Natural
  • 240 grs. de Azúcar
  • Zumo de 1 Limón
  • 1 cucharadita de Ralladura de Limón
  • 5 huevos
  • 300 grs. de Lemon Curd (la mitad de la cantidad de la receta que os pongo)
  • 1 Limón para decorar (opcional)

Para la base:
Trituramos las galletas con la mantequilla (que debe estar a temperatura ambiente o derretida). Colocar en el fondo del molde que habremos forrado con papel de horno previamente (así podremos desmoldar sin problemas). Refrigerar.

Para el relleno:
Batir el queso y los yogures con el azúcar, la ralladura de limón y jugo de limón. Añadir los huevos de uno en uno.

Verter el relleno en la base y hornear a 150º C durante 60 minutos. Dejar enfriar dentro del horno para que no se cuartee durante un par de horas. Sacar del horno.

Añadir el Lemon Curd por encima y dejar refrigerar durante al menos 4 horas. Decorar con un limón a rodajas.

Flamenquines


¿Habéis visto que pinta? Qué cosa más rica y sencilla de hacer, os sorprendería (aunque seguro que muchos ya la habéis hecho alguna vez). Una receta muy española y muy andaluza. Creo que en cualquier bar andaluz encuentras flamenquines. Y es que gustan a niños y a mayores. Congelan estupendamente y con unos buenos ingredientes de base son deliciosos.

La verdad es que llevo poco tiempo haciéndolos, aunque llevo años con la idea en la mente. Sólo me faltaba pararme un rato, ver algún vídeo en YouTube acerca de cómo se enrollan y ponerme manos a la obra. Así lo hice un día que tenía un trozo de lomo bastante grande que debía gastar.

En cuanto a los ingredientes podemos encontrar muchas variantes: con ajo y perejil y sin él, rellenos de jamón serrano, tocino ibérico o queso y jamón serrano.

Os recomiendo hacerlos y tener guardados en el congelador. Se hacen muy rápido y de verdad que son muy sencillos de hacer. Nos pueden sacar de un apuro en cualquier momento y son estupendos para una visita inesperada: descongelamos en el microondas (opción descongelación) y freímos en 5 minutos. ¡Ideales!


Ingredientes (para 8 unidades):
  • 8 trozos de *cinta de lomo cortados en libro (sería el equivalente a 16 filetes)
  • Majado de ajo y perejil
  • Vino blanco
  • Sal
  • Pimienta
  • 8 tiritas de jamón serrano o de tocino ibérico
  • 8 lonchas o tiritas de Queso (opcional, los auténticos no lo llevan, pero con queso gusta más a los niños)
  • 2 huevos
  • Pan rallado
  • Aceite para freir
* Si pedimos al carnicero la parte del lomo que pega a la cabezada estarán mucho más jugosos. Se les suele decir "lomo de 2 colores", porque lleva parte de lomo y parte de cabezada.

Si vemos el vídeo necesita poca explicación, pero yo os voy contando los pasos.

Lo primero es cortar el lomo en libro. Si lo hemos comprado cortado es el momento de darle "la del pulpo" y darle golpes con una maza de carne o con el palo del mortero. Golpeamos hasta que nos queden mucho más finitos y manejables.

Una vez hecho esto salpimentamos al gusto y añadimos el majado de ajo y perejil bien escurrido de aceite y aromatizado con un poquito de vino blanco. Lo dispondremos sobre todo el filete.

Después rellenaremos con el ingrediente elegido ubicándolo perpendicularmente al corte del lomo (a la unión entre los 2 filetes del libro). Pondremos jamón serrano o tocino, y queso si optamos por esta opción.

Posteriormente procedemos a enrollar, apretando todo lo que podamos para que quede bien compacto hasta que demos forma al flamenquín.

Pasamos por huevo batido y después por pan rallado.

Freímos con el aceite bien caliente. Si nos sobran, podemos congelar. Aguantan bastante tiempo en el congelador.


domingo, 5 de febrero de 2012

Majado de Ajo y Perejil


Hoy comienzo un apartado que llevo algún tiempo queriendo hacer. Es el apartado de "Consejos": un "batiburrillo" de temas dónde os explicaré algunos de mis trucos en la cocina. No sé cuánto dará de sí, pero lo que si tengo claro es que quiero compartir con vosotros lo poco o mucho que os pueda ayudar en la cocina y sacaros de algún apuro. Ya me contáis qué os parece. Y si tenéis alguna sugerencia será bienvenida.

Y empiezo con una de las cosas más útiles que tengo en casa siempre: el majado de ajo y perejil. Seguro que alguna ya lo hace y podrá ratificar su utilidad.

A pesar de tener un blog de cocina y poder dar la impresión de que me paso horas cocinando, nada más lejos de la realidad. Llego a la casa a las 15:15 después del trabajo y la mayoría de los días no tengo nada preparado. Por otro lado me gusta cuidar mi alimentación e intento "compensar" los excesos de dulces con una alimentación basada en la cocina a la plancha al menos 2 o 3 días a la semana.

Y el pescado a la plancha..., no sé a vosotros, pero a mí me pide ajo y perejil. Y no hay nada más cómodo que tener un tarrito en la nevera con esta mezcla ya hecha. Cuando la carne o pescado están casi cocinados se lo añadimos por encima. 5 segundos de fuego y ¡listo! Me ahorro pelar ajos cada vez y tener siempre perejil fresco en casa (pocas veces puedo comprar en la verdulería).

Os cuento en qué consiste. Básicamente se trata de picar con batidora, mortero o similar una combinación de ajo y perejil, y conservar en un tarro con aceite. Suelo hacer dos cabezas de ajos, un buen puñado de perejil y unos 200 ml. de aceite de oliva virgen extra. Estas cantidades son a ojo por lo que varían bastante de una vez para otra, pero siempre sale bien.



Yo suelo picarlo con la batidora a una velocidad baja, triturando sólo lo justo para que trocee y que no llegue a hacerse una salsa de ajo y perejil, sino que queden conservados en aceite. Si tenéis picadora 1-2-3 o tenéis ganas de hacerlo con mortero, seguro que os queda mejor, pero yo atajo y lo hago de ésta forma.

En cuanto a la conservación: un tarro de cristal tapado y un montón de semanas en la nevera. El aceite conserva a las mil maravillas.

¿La utilidad que le doy? Carne y pescado a la plancha o al horno, queso fresco a la plancha, relleno de flamenquines, setas a la plancha, sofrito para comida, pasta (con este majado y unas anchoas simplemente tenéis un plato espectacular). Seguro que se os ocurren muchas más.

Es un básico en mi cocina y os garantizo que os alegraréis de tenerla en casa si soléis usar estos ingredientes.

jueves, 2 de febrero de 2012

Canelones de carne


¡Ay qué comida tan rica! Si es que me encantan... Y a mi hija ni os cuento... Me recuerda a mi niñez, en casa sacando la pasta y secándola sobre un paño de cocina. Luego le daba la vuelta y con una cucharadita ponía la carne encima. Lo de enrollarlos... solía hacerlo mi madre, que se daba más maña. Siempre que llego a este punto del proceso me viene este recuerdo...

En casa siempre los hemos hecho de carne, es la tradición en casa. Creo que es la forma más sabrosa de degustar. Pero tengo en mente unos de espinacas, paté..., hay muchas más opciones para experimentar. Os mantengo informados ;-)

Suelo hacer un sofrito de carne con tomate que utilizo para macarrones, empanadillas, berenjenas rellenas... Hago grandes cantidades y congelo. Y te sirve para un apuro en cualquier momento. Además como tiene tantas posibilidades no repites.

Os pongo la receta y ya me contais:

Ingredientes (para unas 4 raciones):
  • Sofrito de carne
  • Salsa Bechamel
  • 20-25 placas de canelones
  • 125 grs. de queso rallado (yo utilizo cualquiera que tenga en casa)

Sofrito de carne (os sobrará):
  • 50 grs. de Aceite de oliva virgen extra
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1 zanahoria (opcional)
  • 1/4 kg. de carne picada de ternera
  • 1/4 kg. de carne picada de cerdo
  • Sal
  • Pimienta
  • 1/2-1 vaso de tomate frito casero (sabrá mucho mejor que el de bote)

Picamos la cebolla finita y freímos a fuego lento. Cuando esté medio hecha añadimos los ajos y la zanahoria también picados finamente. Damos unas vueltas para que se hagan un poco y añadimos la carne picada. Salpimentamos y cocinaremos hasta que deje de soltar agua y veamos que está hecha.

Añadimos tomate frito al gusto y cocinamos un poquito para que se integren todos los ingredientes.


Salsa Bechamel:
  • 400 grs. de leche
  • 30 grs. de mantequilla
  • 60 grs. de harina
  • 1 cucharadita de aceite
  • Sal
  • Pimienta
  • Nuez moscada
Poner a calentar la leche en un cazo o en el microondas hasta que esté muy caliente (sin llegar a hervir).

Derretir la mantequilla en otro cazo. Añadir la harina y dar unas vueltas para que no esté totalmente cruda. Cuando veamos que se despegue de las paredes podemos añadir la leche caliente. Removemos con unas varillas sin parar (ya a fuego medio). Con esto evitaremos que se pegue al fondo y que salgan grumos. Salpimentamos y añadimos un poquito de nuez moscada: la responsable de su exquisito sabor. ¡Ojo!, igual que os digo que su sabor es muy importante, el exceso puede estropear el sabor de la bechamel. Echadla poco a poco y vais probando hasta que le encontréis el punto.

En cuanto a la consistencia que debe tener seguro que ya la conocéis: ni líquida, ni espesa (no debe quedar hecha un bloque). Lo bueno que tiene la bechamel es que es fácil de "arreglar". Si nos queda muy espesa, añadimos leche. Si nos queda muy líquida, cocinamos un rato más hasta que vuelva a espesar.


Elaboración de los canelones:

Hervimos las placas de pasta o cocinamos según las indicaciones de la marca. Colocamos sobre un paño de cocina limpio durante unos minutos. Damos la vuelta y dejamos el tiempo suficiente para que la pasta pierda la humedad y al enrollarla no se escurra.

Preparamos el sofrito.

Una vez la pasta esté seca colocamos una cucharada del sofrito sobre ella. La cantidad la iremos averiguando conforme vayamos enrollando: si hemos puesto poco veremos que queda el tubito bastante vacío. Si hay mucho veremos que no se puede enrollar: un poco de paciencia y enseguida le cogeréis el punto.

Una vez que hayamos enrollado el canelón colocamos en una fuente con el filo el fondo (para que no se deslíe). Iremos poniendo uno junto al otro hasta que completemos (el tamaño de la fuente también tendréis que calcularlo a ojo).

Hacemos la bechamel y cubrimos con ella la pasta. La cantidad, según os gusten de "bañados". A mí no me gusta que tengan demasiada, solo que les de el toque de suavidad que requieren. Es decir, los cubro por encima y relleno los huequecitos de las esquinas, pero sin abusar.

Añadimos el queso rallado por encima y gratinamos poniendo el horno solo por arriba (gratinador) a la temperatura máxima. Si veis que la carne o la bechamel no estaban demasiado calientes podéis ponerlos un ratito antes en la mitad del horno a 180º para que se calienten y después gratinais.


Es un plato de lujo. Espero que os guste.