miércoles, 12 de diciembre de 2012

Mantecados de sabores



¡Cuánto estoy tardando este año en ponerme con las recetas navideñas! Llevo más de un mes viendo los blogs de la gente llenos de recetas de dulces, turrones y demás postres navideños, y yo con muchas ganas, pero con poco tiempo.

Pero si en un puente no te pones con ésto..., date por vencida. Y el puente pasado empecé a llenar mi casa de aromas navideños. Esta vez con una receta que me impresionó por lo simple que es, y sobre todo por el resultado obtenido: un dulce con mucho sabor y muy fino, nada basto como a veces resultan algunos mantecados.

En mi casa "somos mucho" de mantecados. Hacen muchos por la zona y como somos tan golosos no nos limitamos a estas fechas para degustarlos, incluso mi hija prefiere un mantecado a un croissant o cualquier pieza de bollería. Cuando hice éstos nos encantaron, pero mi padre y mi hermano que son catadores asiduos de mis recetas, y sobre todo, muy críticos a la hora de evaluarlas (no se cortan un pelo, cosa que agradezco bastante) se quedaron encantadísimos con ellos, ¡hasta mi madre piensa hacerlos! Así supe que habían triunfado :-)

La receta es del blog de Asopaipas, que es un especialista en la materia. Hice varias variedades para ver qué tal estaban y todos quedaron exquisitos. No me enrollo más, aquí tenéis la receta.


INGREDIENTES (para unas 40-50 unidades):
  • 700 grs. de Harina de Fuerza
  • 350 grs. de Azúcar Glas
  • 350 grs. de Manteca de Cerdo Ibérica
  • Ralladura de Limón (mantecados de limón), vainilla líquida (mantecados de vainilla) o en vaina, Chocolate Valor en polvo (mantecados de chocolate), canela (mantecados de canela).
  • Azúcar Glas para espolvorear

El proceso es muy fácil. Lo primero que hay que hacer es tostar la harina, para darle ese gusto tan especial que tienen los mantecados. Para ello ponemos la harina en la bandeja del horno y horneamos a 150º C hasta que pierda el color blanco y empiece a tostarse. El tiempo varía mucho, así es que os recomiendo que estéis pendientes y cada 5-10 minutos remováis con una cuchara para que se tueste toda la harina por igual.

Dejamos enfriar un poco y mezclamos con la manteca y el azúcar glas. Si tenéis algún robot de cocina es bueno utilizarlo en esta fase para evitaros "pringaros" mucho con la manteca, aunque al final mezcléis un poco con la mano para que quede todo bien homogéneo.

Una vez bien mezclada la masa haremos partes, para las distintas versiones. Yo hice 3:
  • Una parte + ralladura de 1-2 limones: mantecados de limón
  • Una parte + una vaina de vainilla abierta (solo las bolitas negras) y una cucharadita de vainilla líquida: mantecados de vainilla
  • Una parte + 2 cucharadas rasas de cacao en polvo Valor: mantecados de chocolate
También podemos añadir una cucharadita de canela para hacer mantecados de canela, o de ralladura de naranja para la versión naranja...

Mezclamos cada parte de la masa con el ingrediente elegido. Yo suelo probar la masa en crudo para ver qué toque de sabor llevan, es decir, si le añado más limón, canela, vainilla... Una vez horneado tiene mal remedio...

Para dar la forma os recomiendo este proceso: encimera de la cocina + film transparente + masa + film transparente + rodillo. Es decir, amasar entre film transparente de cocina os hará el proceso mucho más fácil. No se os pegará la masa ni a la encimera ni al rodillo y será mucho más cómoda de trabajar.

Estiramos la masa dando el grosor deseado. A mi me gustan más finitos, se obtiene una masa más fina y apetecible. Le di 1 cm. de grosor como mucho. Si os gustan más gorditos, también podéis hacerlos así, pero tendréis que hornear algo más de tiempo.

Con un cortador redondo vamos cortando las distintas porciones y con un cuchillo bien afilado vamos separando del film y depositándolos con mucho cuidado en la bandeja de horno, previamente cubierta con papel de hornear. Con la masa que os sobre volvéis a hacer una bola, que volvéis a estirar y vais repitiendo el proceso hasta que se os termine la masa.

Precalentamos el horno a 180ºC. Horneamos durante unos 12-15 minutos. Es importante que estéis pendientes a partir de los 12 minutos más o menos. En cuanto veamos que empiezan a ponerse dorados debemos sacarlos, si no corremos el riesgo de que queden demasiado tostados y sobre todo crujientes, lo que les haría perder su aspecto suave. Fue lo que me pasó en la primera hornada, que fue de 20 minutos, y los mantecados de vainilla acabaron pareciendo los de chocolate. Aunque están buenos han quedado muy crujientes. Este tiempo de horneado también dependerá del grosor que les deis (en la receta original Asopaipas los deja 30-40 minutos).

Sacamos la bandeja del horno y con una paleta vamos colocando sobre una bandeja para que se vayan enfriando. 

Aun calientes, con un colador relleno de azúcar glas los vamos espolvoreando, para que enfríen con el azúcar ya puesto y se les adhiera mejor.

Después de esto..., a disfrutarlos. A mí no sé si me quedaran para cuando llegue Nochebuena. Os los recomiendo de verdad, os van a encantar.



lunes, 3 de diciembre de 2012

Pimientos de piquillo rellenos de Bacalao o Croquetas de Bacalao


Hoy os traigo una receta que nos encanta hacer cuando tenemos alguna comida especial. Y seguro que pensáis que es más complicada que lo que realmente es... ¡Pues no! Es facilita y está de muerte. En casa se hace desde hace muchos años y siempre triunfa. Todo un clásico de la cocina española.

Lo bueno de esta masa es que es muy versátil. Una vez hecha también puede utilizarse para realizar croquetas de bacalao. ¡Y salen muy ricas!

Si tenéis manga pastelera os la recomiendo para rellenar los pimientos, os resultará mucho más cómodo y fácil. Si no, la cuchara de toda la vida y un poquito más de paciencia.

INGREDIENTES (para 4 personas):
  • 16 Pimientos de Piquillo

Para el relleno o masa de croquetas:
  • 150 grs. de Bacalao salado o 250 grs. de Bacalao congelado
  • 1 Cebolla
  • 3 cucharadas de Harina
  • 750 ml. de Leche (esta cantidad es muy variable)
  • Nuez moscada
  • Aceite
  • Sal
  • Pimienta

Para la salsa:
  • 200 ml. de Nata de cocinar (un brick)
  • 8-10 Pimientos de Piquillo
  • Sal
  • Pimienta
  • Perejil (opcional)


Lo primero que debemos hacer es desalar el bacalao (si es en salazón). Para ello lo desmigamos y cubrimos de forma generosa con agua (desmigado se desala mucho antes). Lo ideal es que mientras está en agua lo dejemos dentro de la nevera, sobre todo si es verano. La vamos cambiando varias veces durante unas 3-4 horas el agua. En principio con este tiempo es suficiente. Si quisiéramos desalar un lomo entero sin "desmigarlo" podemos tardar entre 36-48 horas.

Ahora empezamos a realizar el sofrito. Para ello picamos muy finamente la cebolla y la pochamos en una sartén con aceite a fuego lento. Añadimos el bacalao en trocitos pequeños y doramos un poco. Incorporamos la harina y le damos unas vueltas en la sartén para que pierda humedad (a fuego medio 1-2 minutos, hasta que veamos que "nos pide" líquido).

Agregamos la leche (podemos empezar por 400-500 ml.). Removemos y sin esperar mucho tiempo batimos la masa con la batidora dentro de la sartén (este paso es mejor hacerlo antes de que la masa solidifique mucho). Si la mezcla es muy líquida ponemos la batidora más flojita (para evitar que salpique). Si está más espesa subimos la intensidad para que bata bien. Con esto conseguimos quitar los tropezones grandes y que nos quede una masa homogénea, que será más cómoda para rellenar con la manga pastelera. También podéis prescindir de este paso si os gusta la masa con "tropezones" y vais a rellenar los pimientos con cuchara.

Rectificamos de sal (si le hace falta) y ponemos un poquito de pimienta y nuez moscada.

Una vez batida (no hace falta esmerarse demasiado con la batidora, solo unos toques) vamos dando unas vueltas en la sartén hasta que la masa quede un poco más consistente. Si vemos que se nos pasa, "no problem", añadimos más leche y removemos, enseguida espesará de nuevo. El espesor depende del gusto. Tened en cuenta que cuando se enfríe quedará más espesa que en caliente, por lo que es bueno quedarse con un relleno un poco menos espeso del resultado final que deseamos: una masa más líquida que la de las croquetas.

En otra sartén vamos "marcando" los pimientos de piquillo. Para ello limpiamos de las posibles semillas que puedan tener dentro y damos unas vueltas rápidas a fuego fuerte por la sartén, con unas gotitas de aceite.

Rellenamos la manga pastelera con la masa de las croquetas usando cualquier boquilla gruesa (para evitar "atascos") que tengamos. Vamos introduciendo con cuidado en cada uno de los pimientos.

Una vez rellenos preparamos la salsa. Para ello ponemos en el vaso de la batidora unos 10 pimientos y la nata. Batimos, rectificamos de sal y pimienta y reservamos. En cuanto a la cantidad de pimientos es libre. Depende si queréis resaltar el sabor de éste o la suavidad de la nata podéis cambiar la proporción: menos nata o más pimientos.

Vamos poniendo los pimientos en una fuente para el horno. Aquí tenemos 2 opciones. Hornear los pimientos solos y calentar la salsa en una cacerola (quedará más bonito para la presentación) o cubrir los pimientos con la salsa y hornearlo todo junto. Eso va al gusto...

Solo necesitamos hornear (a 180º C) unos 15 minutos: el tiempo necesario para que se calienten.

Sacamos del horno y servimos con la salsa. Podemos espolvorear también con un poquito de perejil picado. 


NOTAS
  • Si os gustan las Croquetas de bacalao podéis usar esta receta: espesáis un poco más la masa y formáis las croquetas. Rebozáis en huevo y pan rallado y freís.
  • La Salsa de Pimientos está buenísima también si hacemos las croquetas de bacalao. Queda estupendo en una fuente un fondo de esta salsa y las croquetas por encima. Le da un toque espectacular.


martes, 20 de noviembre de 2012

Croissants "Xavier Barriga"



¿No os pasa que hay veces que os enamoráis de una receta y no paráis hasta que tenéis un huequecito para hacerla? Eso es lo que me ha pasado con estos croissants. Desde que el otro día vi a Xavier Barriga amasando pan en Las Recetas de Maria José (por cierto, un vídeo imprescindible y del que aprenderéis muchísimo si queréis hacer pan casero, recomendado 100%) no he parado hasta que he probado este amasado. Y mejor que con pan, con croissants, que me gustan más.

Así es que este fin de semana se daban las condiciones ideales: lluvia sin parar, sábado tarde sin plan a la vista y muchas ganas de cocinar (hay veces que me pasa y solo quiero estar en la cocina y producir, producir...). Además, me encontraba con ganas de hacer algo "más bregoso". Porque he de deciros que aunque son deliciosos, tienen su trabajillo y hay que tener ganas. Pero realmente os los recomiendo.

Vamos a ver como os explico el proceso para que podáis hacerlos en casa. La receta es del libro "Pan - Hecho en casa y con el sabor de siempre" de Xavier Barriga. Un libro estupendo en el que aprenderéis mucho del tema explicado de forma sencilla.


Yo hice la mitad de la cantidad "al ser una prueba" y me salieron 8 croissants de tamaño normal (o un poquito más pequeño. La verdad es que luego me arrepentí ya que al ser bastante trabajosos (si los hacéis a mano) obtener solo 8 unidades parece que no compensa. Así es que a la próxima los hago con robot y la cantidad que dice Xavier, seguro que me alegro.


INGREDIENTES (para 16 croissants o 35 minicroissants)
  • 500 grs. de Harina Panificable o Harina de Fuerza
  • 10 grs. de Sal
  • 50 grs. de Azúcar
  • 20 grs. de Leche en Polvo
  • 260 ml. de Agua
  • 25 grs. de Levadura Fresca de Panadería
  • 285 grs. de Mantequilla Fría (no es un dulce precisamente "light")
  • 1 Huevo (para pintar)
  • Almíbar (si queremos que queden dulces, para pintarlos al salir del horno)

Amasamos todos los ingredientes a excepción de la mantequilla y la levadura. Para ello, os recomiendo que veáis el vídeo que os he comentado antes. Describe mejor que yo pueda hacer el proceso del amasado y levado de la masa. En resumen, primero la harina con el agua y la sal. Mezclamos bien. Dejamos reposar unos 10 minutos. Amasamos concienzudamente de forma que entre aire a nuestra masa (ver vídeo). Dejamos reposar. Se añade la levadura se amasa unos minutos y se vuelve a dejar reposar.

Si disponemos de robot es mucho más sencillo. Mezclamos todos los ingredientes excepto la mantequilla y la levadura. Amasamos durante unos minutos. Dejamos reposar unos 10 minutos. Añadimos la levadura disuelta en lo mínimo que podamos de agua. Amasamos un poco más y dejamos reposar de nuevo.




Ahora pasamos al proceso del hojaldrado. Estiramos la masa dándole un grosor de 1,5 - 2 cm. Depositamos en una bandeja y cubrimos con film transparente. Dejamos enfriar en la nevera al menos 1 hora.

Mientras haremos el mismo proceso con la mantequilla. Entre 2 trozos de film transparente la estiraremos con un rodillo. Queremos conseguir una placa la mitad de tamaño que la masa.en cuanto a anchura y del mismo largo. Envolvemos en el film ya estirada y dejamos reposar junto a la masa.

Sacamos la masa y la mantequilla del frigorífico. Espolvoreamos el marmol de la cocina con harina y depositamos la masa. Encima colocaremos la placa de mantequilla centrándola a lo ancho. Con los extremos de la masa cubriremos la mantequilla (se nos quedaría una imagen visual como un armario de dos puertas, para que sea un poco gráfico). Estiramos con el rodillo la masa hasta dejarla del mismo tamaño que antes de cubrir la mantequilla.

Ahora realizaremos un pliegue sencillo. Consiste en dividir mentalmente la masa en 3 partes. Depositamos la de la izquierda sobre la del centro y la de la derecha sobre la del centro también, es decir, se nos quedarán como 3 capas de masa una sobre otra. Cubrimos esta masa con film transparente y dejamos reposar unos 15 minutos en la nevera.

Después del reposo giramos la masa 90º y estiramos. Volvemos a realizar otro pliegue sencillo. En total debemos hacer este proceso 3 veces (3 pliegues sencillos para los croissants). Después dejamos reposar unos 30 minutos en la nevera antes de dar la forma a los croissants.

Estiramos la masa en el mármol que habremos espolvoreado con harina. Debemos darle un grosor de un cm. aproximadamente. Hacemos triángulos de 4 cm. de ancho por 8 cm. de alto (para los minicroissants) y un poquito más grandes (casi el doble) para los croissants grandes. Hacemos un pequeño corte en el centro de la base (1 cm.), con lo que conseguiremos que cuando enrollemos el croissant se nos abran un poquito más lo picos y nos quede más alargado. Estiramos un poquito las puntas y enrollamos desde la base a la punta (en youtube hay muchos vídeos en los que podéis ver cómo se hace este proceso, os lo recomiendo).

Una vez formados colocamos bien separados sobre la bandeja del horno cubierta con papel de hornear y cubrimos con un paño. Dejamos reposar una hora en un lugar cálido (en cualquier parte de la cocina en verano y dentro del horno apagado en invierno). Veremos que crecen bastante (en el horno crecerán aun más).

Precalentamos el horno a 250ºC. Pintamos los croissants con un huevo (yo le pongo una cucharada de azúcar para que deje algo de dulzor) y horneamos a 200ºC durante unos 12 minutos.

Si los queremos dulces podemos pintarlos al sacarlos del horno con un poco de almíbar (se le puede añadir un poquito de gelatina para que queden como en las tiendas)

Calentitos están estupendos: Dulces, salados, con Nutella, mantequilla, Jamón York y Queso y cualquier cosa que se os ocurra...


lunes, 19 de noviembre de 2012

Crumble de frambuesas y plátano



¡Ay qué descubrimiento! ¡Qué cosa tan rica! Y es que mi primer crumble, un apetecible crumble de manzana que hice hace unos meses, me enamoró. Para los que no sepáis qué es os cuento. Una crumble es un postre de fruta horneado. Básicamente consiste en hornear fruta pequeña o en trocitos con un poco de azúcar y poner unas "miguitas" (crumbles) de harina, mantequilla y azúcar por encima. Forman una especie de costra crujiente que dan una textura estupenda a este postre. Si lo tomais caliente con un poco de helado por encima no solo encontramos contraste de texturas sino también de temperaturas... Y eso no hay quién lo resista.

Aparte de lo delicioso que es tiene otras muchas cualidades: rápido, económico y con muy pocos ingredientes y además todos bastante accesibles. Se puede tener medio preparado (se tarda 5 minutos) y mientras comemos se va horneando. Así lo tomamos calentito, recién hecho y si podemos acompañar con una bola de helado por encima... ¡el éxtasis absoluto! (Soy un pelín exagerada, ¿no?)

Solo os recomiendo que os hagáis con unos moldes redondos de esos de barro, como los que se usan para los souffles. Los míos los compré en Aldi, y en Lidl también salen a veces a muy buen precio. También os servirán para arroz con leche, natillas, crema catalana... No escribo más que voy a llenar de baba el teclado del ordenador, jeje.

Y si no queréis comprar los tarritos, basta una fuente de horno o cualquier "cacharro" que podáis hornear, no tiene por qué ser individual. Lo importante es que lo hagáis, ¿ok?

En cuanto a esta receta nace de la improvisación. El otro día muchas ganas (¿antojo?) de un crumble. Y aunque tenía manzanas pensé en cómo quedaría con unas frambuesas congeladas que tenía desde hace tiempo en casa, y ya sabéis, hay que renovar las existencias del congelador. Pensé: "al horno van". Pero quería aligerar el sabor ácido de la frambuesa, que es bastante, y pensé que el plátano, al ser una de las frutas más dulces, podría irle bien. Y no me equivoqué...

Lo gracioso es que al sacar las frambuesas descubrí un resto de helado de turrón que también "andaba" por allí. Dije: "ésto para acompañar". Vamos, que una cosa llevó a la otra y ahí me encontré plantada delante de un pedazo de postre.

Así es que me puse manos a la obra y en 5 minutos tenía la mezcla en el horno. Se horneó mientras comía y cuando terminé ya estaba el postre hecho. Aquí lo tenéis:


INGREDIENTES (para dos personas):
  • 3 tazas de Frambuesas congeladas (si son frescas poned algo menos, pues reducen menos)
  • 2 Plátanos pequeños
  • 2 cucharadas de Azúcar de Caña (mejor éste que el blanco)
  • 50 grs. de Harina
  • 25 grs. de Mantequilla
  • 25 grs. de Azúcar de Caña o Azúcar normal
  • Almendras laminadas (opcional)
  • Helado (de vainilla, turrón, nata, limón..., esto también es opcional aunque altamente recomendable)

Precalentamos el horno a 180ºC.

Cocinamos en una sartén las frambuesas con los plátanos (en rodajas) y las 2 cucharadas de azúcar de caña. Lo hacemos durante unos 3-5 minutos, lo suficiente para que se ablande un poquito la fruta y empiece a cocinarse.

Mientras (sin dejar de vigilar el fuego), mezclamos la harina, el azúcar y la mantequilla con las manos. Deben quedarnos como unas miguitas (crumbles) de masa.

Vertemos el contenido de la sartén en los cuencos y cubrimos con la masa, intentando que nos queden esas miguitas por encima.

Horneamos durante unos minutos con calor arriba y abajo. Tardará unos 15 minutos. Si queremos añadirle las almendras cuando veamos que casi se ha hecho una costra en la masa de nuestra crumble y que empieza a dorarse se las podemos añadir por encima y hornear un ratito más. Pero ¡ojo!, las almendras se suelen hacer bastante rápido y tienden a quemarse con mucha facilidad, así es que tendréis que estar vigilantes.

Sacamos del horno. Dejamos perder el calor fuerte durante unos 5 minutos y servimos. Si queremos podemos cubrir con una bola de helado. El contraste frío calor es espectacular, os lo recomiendo.



jueves, 15 de noviembre de 2012

Morcilla de chocolate


Esta es una entrada "prestada". Es la receta que hizo mi hija Raquel para la VI Convención de la Tapa. Como su blog no es de cocina sino de manualidades (pasaros por él que le hará mucha ilusión: Manual-Ideando) me ha pedido que os ponga su receta en el mío.

Y aquí tenéis esta estupenda Morcilla de Chocolate, que aunque pueda parecer otra cosa es un dulce-galleta estupendo.

Eso sí, es un plato bastante consistente, "hiper-calórico" pero con un sabor muy especial, resultado de la mezcla de frutos secos, la miel y el sabor de las galletas de naranja Pim's (aun sin ponerle naranja confitada destaca el sabor a naranja). Estupenda como tentempié cuando nos da un bajón o para acompañar un café (buenísimo eso de sacar la tabla de madera con la "morcilla" y ver la cara de los comensales).

Por cierto, la receta es del blog "Les receptes de St. Hilari".

Como sobró "la segunda morcilla" hemos pensado hacer unas cookies y sustituir las nueces y el chocolate por esta mezcla (aquí no se tira nada). Si salen buenas las compartiré con vosotros...

Sorprenderá seguro.

INGREDIENTES (para 2 "tripas" de morcilla):
  • 100 grs. de Chocolate 70% cacao
  • 40 grs. de Mantequilla
  • 75 grs. de Galletas Chiquilín
  • 60 grs. de Miel
  • 60 grs. de Azúcar
  • 6 galletas Pim’s Delight Orange
  • 5-6 Carquiñolis
  • 3 cortes de Naranja confitada (yo no le puse y le añadí coco rallado)
  • 35 grs. de Harina
  • 35 grs. de Harina de almendras
  • 35 grs. de Avellanas
  • 35 grs. de Nueces
  • Azúcar glas

En un cazo al baño maría, o en el microondas, fundir el chocolate. En otro cazo a fuego suave, mezclar la mantequilla, la miel y el azúcar. Retirar del fuego e incorporar, sin dejar de remover, la harina, la harina de almendras y el chocolate.

Poner de nuevo al fuego para que vuelva a coger temperatura y sin dejar de remover, esperar a que espese un poco. Retirar y añadir las galletas Chiquilín aplastadas groseramente con un rodillo de cocina, las nueces, las avellanas y los carquiñolis desmenuzados, las galletas PIM'S y las rodajas de naranja confitada, cortadas en pequeños trozos.

Dejar enfriar un poco y verter la mezcla sobre un papel film. Enrollar y dar la forma que más se acerque a la de una longaniza. Esto lo conseguiremos apretando mucho el film para que se compacte. Reservar en la nevera unas 8 horas.

Una vez bien endurecido, retirar el papel film y rebozar la longaniza de chocolate con el azúcar glas. Partir con un buen cuchillo (queda bastante dura y servir).

Nosotras la decoramos con un trocito de cordón rojo y blanco (como si fuera la "guita" de la que cuelga) y se lo clavamos por la parte de atrás con un alfiler para que pareciera más real. Eso sí, recordad quitar el alfiler antes de comerla...

¿Naranjas heladas o Cocktail de Marisco? Y crónica de la VI Convención de la Tapa


Y por fin llegó el tan esperado día. Una de las citas que más me ilusionan al año (casi como Navidad, los Santos y por supuesto los Reyes). Es la VI Convención de la Tapa, una reunión en la que un grupo de amigos nos juntamos para cocinar, degustar e intentar sorprender al resto de los comensales.

Una o dos veces al año quedamos en casa de alguna de las 4 parejas. Unas veces con temática y otras "estilo libre". Lo importante es cocinar algo vistoso, sorprendente, distinto o simplemente elaborado con ingredientes de primera. Y el día 27 de octubre fue nuestra última reunión. ¿Veis que fotos? Son sorprendentes. La temática: "No soy lo que parezco". Platos, que bien por el nombre o la apariencia "no eran lo que parecían".

Antes de leer mi comentario, acerca de cada plato os propongo un juego, a ver si adivinais que son cada uno de estos platos (las fotos están por el orden en que se sirvieron en la mesa: 6 entrantes + 3 postres):


  • Comenzamos con un entrante. Parece... un "Pastel de limón", aunque en realidad era... una Mousse de Espárragos deliciosa. Suaviiiiisima al paladar. Podéis verla en el blog de Fernando.
  • Después llegó lo que según Rafa era la "Salchicha momificada del faraón", aunque en realidad eran Salchichas de tofu envueltas en hojaldre (muy buenas, nunca había probado el tofu).
  • ¡Ummm! Qué ricas "magdalenas"..., ¿a mitad de la comida? ¡Claro! En realidad eran unos Muffins salados de Salmón y Queso. He hecho muffins de bacon y queso pero con salmón me gustaron muchísimo más.
  • Y llegó la fruta..., ¿Peras? Nooo, en realidad un Puré de patatas muy bien tuneado
  • Y más fruta... Este era mi plato: con apariencia de "Naranjas heladas" presenté un sencillo Cocktail de Marisco, que después de tanto plato resultó ligero y digestivo. Cuanta más fruta se le ponga, mejor. Para mi gusto quedó estupendo.
  • Luego llegaron los Ravioli de Puerro y Gambas, en este caso lo que engañaba era el nombre. Como veis eran unos Paquetitos de Calabacín rellenos de Puerro y Gambas. Receta de mi hermana. También podéis verla en su blog. Gustaron muchísimo.
  • Y el otro Fernando, como siempre sorprendiendo: Con apariencia de "Croquetas" nos presentó un Deep Fried Chocolate Cake, o lo que es lo mismo, un bizcocho de chocolate frito. Pensábamos que quizás fuera algo pesado, pero no sé cómo, no fue así, y eso que estaba rebozado y frito como una croqueta. Estaba realmente bueno, os lo recomiendo (la receta podéis encontrarla por internet).
  • Y ahora el plato que más sonrisas y carcajadas proporcionó ese día: El crep Ecce Homo. Las cosas de mi cuñado... Se curró 3 plantillas con cartón y papel aluminio para poder presentarlo sobre la marcha sin perder mucho tiempo y conseguir 9 crepes iguales. ¡¡¡ Fue genial !!!
  • Y por último la aportación de mi hija, Raquel (ésto fue para acompañar el café): ¿¿¿¿¿Morcilla????? Pues no. Fue una estupenda y consistente Morcilla de Chocolate. Estupendamente conseguida y que también sorprendió de lo lindo. Como la elaboramos entre las dos y su blog es de Manualidades (ella tiene 9 años) la pondré como siguiente entrada en mi blog.
Como podéis imaginar nos pusimos como "el Kiko". Venga platos y platos y antes unos aperitivos estupendos. Y tras la comilona, un concierto de los Love of Lesbian en Granada. No podía haber resultado un día mejor. Estoy deseando que llegue la siguiente...

INGREDIENTES (para 9 personas):
  • 9 Naranjas de primera calidad medianas-grandes
  • 1 bolsa de Mezcla de Lechugas
  • Lechuga
  • 1 Mango
  • 1 Aguacate
  • 3 rodajas de Piña (puede ser en su jugo o fresca)
  • 350 grs. de Langostino Cocido
  • 2 Colas de Océano Krissia (eso que parece langosta) o Palitos de Cangrejo
  • Huevas de Lumpo
  • Salsa Rosa
  • Mayonesa
El trabajo más delicado consiste en vaciar las naranjas. Para ello les cortamos un casquete y vamos vaciando con paciencia con ayuda de un cuchillo, cuchara... Nosotros íbamos haciendo algo de zumo (para aprovecharlas) sin llegar a apurar para que no se rajaran y con un cuchillo o una cuchara sacando el resto de la pulpa. Es decir, las exprimíamos pero solo la parte más externa. En el momento en que la empujes más hacia dentro se rajan y ya no nos valen para la presentación. Un poco de paciencia y tranquilidad bastan.

Elaborar el cocktail de mariscos no tiene secretos. Pelamos los langostinos, partimos el mango, el aguacate, la piña y las colas de océano. Mezclamos con las lechugas y vamos repartiendo en el interior de las naranjas. Añadimos en lo alto las huevas de lumpo.

Mezclamos una proporción de 2/3 de Salsa Rosa con 1/3 de Mayonesa. Tanto si es casera como comprada debe quedar una mezcla lo suficientemente espesa como para trabajar con la manga pastelera. Con una boquilla redonda mediana y la manga, cubrimos con la salsa las naranjas en sentido circular. Debemos conseguir que asome un poquito para que parezca el helado de naranja. Yo no tuve tiempo para muchas florituras, pues los comensales esperaban... y desesperaban..., y este proceso no me quedó del todo bien. Si no tenéis prisa no habrá problema.

Cubrimos con el copete de la naranja y servimos muy frío.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Yogur Griego de Stracciatella y consejos para elaborar yogur casero



Hoy os traigo una receta de yogur que en cuanto vi pensé que quería hacerla, por mí, por Raquel y por Fernando (a los 3 nos encanta el Yogur Griego con trocitos de chocolate). Es del blog "La Juani de Ana Sevilla" y me ha encantado. 

De nuevo me ha picado el gusanillo del yogur casero. Soy muy yogurtera. Casi todos los días me tomo un par de ellos, ya que al no gustarme la leche es la forma que tengo de tomar calcio. Además los dietistas lo recomiendan después de la comida y la cena (ya sabéis: la fruta antes y el yogur después), y a la hora del desayuno también es estupendo.

Y como los sabores naturales son lo mejor y más sano con diferencia, sigo investigando en este tema que tanto me gusta. 

Después de varias pruebas y de leer bastante del tema he llegado a las siguientes conclusiones. 
  • Tamaño: "Divide y vencerás": El yogur es mejor hacerlo en tarros pequeños. Probé con un termo (que se supone debe mantener más la temperatura) y quedó más líquido que el que hice en tarritos. 
  • Temperatura: También he descubierto lo bien que se hacen en el horno y lo espesos que quedan. Debemos intentar mantener la temperatura a 50ºC (ojo, sin pasarnos de este valor, que matamos los "bichitos") el mayor tiempo posible, y para ello el horno, es ideal.
  • Elaboración: Otra cosa que les viene bien es que "intervengamos" en el proceso. Cuando llevan unas horas fermentando es bueno remover un poquito con una cuchara. Con ello conseguimos que se vuelvan a repartir las "bacterias" por todo el tarro y quede un yogur más homogéneo (sin grumos, más espeso y uniforme). Si utilizáis el horno y los tarros de cristal podéis omitir este paso.
  • Suplemento: Si utilizamos un "apoyo" de leche en polvo también conseguiremos más espesor. Si tenéis niños seguro que os agradecen no encontrar un yogur líquido y lleno de "grumos". Yo empecé haciéndolo con leche en polvo. Ahora los prefiero lo más naturales posibles y como consigo el punto de espesor que necesito sin la leche en polvo no la uso. Pero si no os quedan tan consistentes como queréis os recomiendo usarla.
  • Tiempo: Y mi última conclusión: con 10-12 horas de fermentación obtenemos los mejores resultados (antes lo hacía con 8). Por eso lo mejor, al menos en mi caso, es empezar a hacerlos sobre las 8-10 de la noche (para que al menos fermente un par de horas) o a primera hora de la mañana. Conseguimos que terminen a una hora buena para guardarlos en la nevera y tenemos tiempo de "intervenir" en el proceso dando temperatura y removiendo.
Si queréis hacer una receta de yogur natural o azucarado (el de toda la vida) podéis ver la receta en este enlace.


INGREDIENTES (para unos 9-10 tarros de cristal):
  • 700 grs. de Leche Entera (mejor si es de la que venden fresca)
  • 300 grs. de Nata de Montar
  • 100-125 grs. de Azúcar (depende de lo dulce que os guste)
  • 1 Yogur Natural
  • 30-40 grs. de Leche en Polvo (opcional)
  • Chocolate rallado o Virutas de chocolate
  • Termómetro de cocina (si no tenéis Thermomix)
Si queréis hacerlo con Thermomix (que es mucho más rápido y cómodo) seguid las indicaciones de esta receta de Yogur Natural.

Sacamos el yogur de la nevera. Reservamos un vaso de leche de los 700 grs.

Mezclamos el resto de la leche con la nata y el azúcar. Ponemos al fuego y calentamos sin que llegue a hervir, sólo debemos conseguir que se integren bien todos los ingredientes. 

Mientras calentamos un poco la leche (caliente pero que no hierva) que teníamos reservada en el vaso (yo lo hago en microondas) y le añadimos la leche en polvo. Removemos muy bien para intentar que ésta se disuelva totalmente. Para evitar los grumos colamos sobre el resto de la leche y dejamos enfriar toda la mezcla hasta los 50ºC, que es la temperatura ideal para la elaboración del yogur.

Una vez conseguida esta temperatura añadimos el yogur y removemos muy bien para que quede perfectamente mezclado con la leche. Intentaremos hacer la menor espuma posible.

Pasamos a los vasos de yogur y los tapamos (si los tarros no tienen tapa con un trocito de papel de aluminio estará bien) . Introducimos en el horno a 50º C. Cuando consigamos esta temperatura apagamos el horno y dejamos unas horas que repose dentro. 

Aunque el horno aísla bastante y mantiene la temperatura debemos de vez en cuando encenderlo a 50º C y una vez que llegue a este valor ir apagando (no uséis el termostato, hacedlo a mano ya que no hace falta un calor continuo a esta temperatura). Con que hagáis esto dos o tres veces es suficiente. 

Cuando lleve unas 4 horas (yo lo he hecho con 2 y también sale bien) removemos cada uno de los tarros con una cuchara para que se vuelvan a repartir las bacterias de la misma manera por todo el vaso. Volvemos a encender el horno, a apagarlo al alcanzar los 50ºC y dejamos reposar las 8 horas restantes.

Como os he comentado antes yo empiezo este proceso a media tarde-noche. Voy dando temperatura un par de veces y antes de acostarme remuevo y pongo el horno a 50ºC. Cuando llegue a esta temperatura apago. A la mañana siguiente cuando me levanto (si dormís las 7-8 horas de rigor) veréis que el yogur está perfectamente cuajado, totalmente espeso como un yogur comprado. Metéis los tarros en la nevera bien tapados y dejáis enfriar.

Antes de degustarlos añadimos una cucharadita de chocolate rallado o virutas de chocolate y removemos bien. ¡Os encantarán! 

NOTA: En algunos de los tarros quedó una capa dura, como una costra en lo alto. Es la grasa de la nata que tiende a subir a la superficie del tarro. Lo podéis apartar con una cuchara y comer el resto del yogur. También podéis usar nata con menor porcentaje de materia grasa para evitar esto o añadirle menos cantidad.


martes, 6 de noviembre de 2012

Sopa de Ajo


Con los fríos y la humedad de estos días da gusto llegar a casa y encontrar una sopa calentita que nos atempere el cuerpo y nos haga entrar en calor.

Esta es una receta que mi madre nos hacía en casa. Está (y sienta) de muerte, y a lo largo del invierno "caen" algunas en casa, más para comer que para cenar, por la contundencia de la misma.

INGREDIENTES (para 2 personas)
  • 1/2 litro de Caldo de Pollo
  • 2 trozos de Chorizo Curado
  • 2 rebanadas de Pan
  • 4 dientes de Ajo
  • 1 cucharadita de Pimentón Dulce
  • 2 Huevos
  • Jamón Serrano (opcional)
  • Aceite

Cortamos el chorizo y el jamón en dados para la guarnición. Reservamos.

Ponemos el caldo a calentar en una olla.

Cortamos el pan en cuadritos para hacer los picatostes o cuscurros. Ponemos en una sartén un poco de aceite y los freímos a fuego muy fuerte. Reservamos.

Dejar en la sartén solo el fondo mojado con aceite (quitad el resto). Freímos los ajos cortados en láminas gorditas. Cuando estén tostaditos retiramos los ajos y tiramos.

Esperamos que el aceite enfríe un poco. Cuando ya no esté tan caliente añadimos el pimentón y "damos unas vueltas" en la sartén. Esto debe hacerse con el aceite flojito, ya que cuando se quema el pimentón amarga.

Añadimos al caldo el aceite de haber frito los ajos y el pimentón. Vertemos con cuidado los 2 huevos en el caldo (que ya estará hirviendo) y cortamos el fuego (con el calor de la sopa se cocinarán.

Servimos en cuencos acompañados de la guarnición de chorizo, jamón y picatostes.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Gachas de los Santos



Hoy os pongo otra receta muy típica en Jaén en la noche de los Santos. Aparte de buñuelos, huesos de santo, castañas y batatas, en las casas en las que se mantienen las tradiciones aun se sigue haciendo este postre, que bien hecho está buenísimo.

Muchas veces pienso si con el tiempo estas recetas no se perderán... Los buñuelos y huesos de santo están "muy a la mano" en cualquier pastelería de la ciudad, es decir, "no hay que hacerlos", los compras y listo (aunque yo tengo la suerte de contar cada año con los buñuelos que mi hermana hace y "borda" para este día). Pero las gachas no son fáciles de encontrar. Son de esas recetas que o tienes una abuelita o madre que las hace porque las comía de chica en casa y se anima a cocinar o no las pruebas. Además, la gente joven cada vez cocina menos y tiene menos interés en las tradiciones populares. No sabéis el coraje que me da ver a la gente preparándose para Halloween, que es una tradición americana y no se preocupan por mantener vivas las de aquí. ¡Qué coraje me da! Así es que yo con este blog iré poniendo mi granito de arena para que esto no pase y poco a poco añadiendo "nuestras" recetas, las de toda la vida.

Yo soy una amante de las tradiciones, y no he querido dejar pasar este año sin poner la receta e intentar que no se pierda.

He de deciros que hay muchas formas de hacerlas: con agua o leche, más espesas o menos, frías o calientes, con aceite o sin aceite, con "cuscurros" o sin ellos, más grandes o más chicos... 

Como en mi casa no es una receta que se haya hecho muy a menudo, he de confesarlo, intenté con mi madre, su paladar y su arte en la cocina encontrar una receta que satisficiera la vista y el paladar (hay gachas muy "bastas" que no nos acaban de gustar).

Tomando una receta como base que creía más o menos fiable, y sobre todo, probando mucho para encontrar el equilibrio perfecto de sabores entre matalauva,  limón y canela, os paso la receta que para nuestro gusto quedó "perfecta" (aunque esté feo decirlo). Para la próxima no cambiamos nada. 

Quedaron unas gachas con el espesor justo, el equilibrio de sabores perfecto, nada pesadas (cosa que puede pasar si te pasas de aceite...). 

Para el que no se haga una idea del sabor deciros que es algo parecido a una leche frita pero matizada en los sabores (por la matalauva y los ingredientes que lleva fritos). Aquí la tenéis y espero que para el año que viene alguien se anime, y no se pierda esta receta tan nuestra.


INGREDIENTES (para una bandeja grandecita, unos 8 comensales):
  • 1 litro y cuarto de Leche
  • 2 Palitos de Canela
  • La Piel de 2 Limones
  • 200 grs. de Azúcar
  • 150 grs. de Aceite de Oliva Virgen Extra (más otro poco que puede ser usado para freír los picatostes)
  • 1 cucharadita de Matalauva
  • 1 chorrito de Anís dulce (opcional)
  • 150 grs. de Harina
  • Una pizca de Sal
  • 4 rebanadas de Pan "sentado" muy finitas (que no lleguen a 1 cm.)
  • Canela en polvo

Lo primero que haremos es aromatizar la leche. Para ello la ponemos a calentar 3/4 de litro con un palito de canela y la cáscara de uno de los limones. Un poco antes de cortar el fuego añadimos el azúcar y removemos bien. Reservamos. No hace falta que hierva mucho tiempo, con un par de minutos a fuego lento es suficiente.

Mientras, podemos ir cortando el pan a cuadraditos (estrechos pero grandes, yo saco 4 de una rebanada, aunque en Jaén se suelen cortar más anchos). Freímos en aceite muy caliente y reservamos. Este aceite no lo utilizaremos para las gachas.

Una vez esté todo esto hecho ponemos en una sartén pequeña el aceite nuevo (150 grs.) con la cáscara del otro limón, el otro palo de canela y la matalauva. Freímos a fuego medio para aromatizar el aceite. Cuando lleve un rato y veamos que el limón se encoje y se dora cortamos. Colamos el aceite y lo pasamos a una sartén más grande. 

Añadimos la harina y le vamos dando unas vueltas con el aceite. Nos quedará una pasta blanda (y si usáis aceite de muy buena calidad de color verdoso). Cuando veamos que ya están bien integrados los dos ingredientes, añadimos la leche colada (para que no le caiga la canela ni el limón) y le añadimos el resto que nos falta para el litro y cuarto de la receta, y empezamos a cocinar a fuego medio sin parar de remover para que no se formen grumos. Añadimos una pizca de sal y probamos. Si vemos que queremos destacarle un poco más el "punto" de anís podemos añadirle un chorrito (en mi caso fue muy muy poquito). 

Veremos que con el calor empiezan a espesar. Debemos cortarlas al poco de espesar, cuando tengan una textura de natilla ligera, que pierdan el estado "líquido" pero que no cueste moverlas. Hay que tener en cuenta que al enfriar espesarán un poquito más. Si vemos que se nos han espesado más de lo deseado, podemos añadir un chorrito más de leche, movemos y retiramos (como hacemos con las croquetas, controlar el espesor con leche o harina, según nos interese quitarle o darle).

Ponemos los picatostes repartidos en el recipiente que vayamos a usar (fuente grande o cuencos individuales). Vertemos las gachas encima y dejamos templar un poco. Introducimos en la nevera unas 3 horas mínimo (para que estén fresquitas, en casa gustan más así que calientes). Antes de servir espolvoreamos con canela en polvo.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Migas de Jaén


¡Cuántas ganas tenía de publicar esta receta! Una de casa, de Jaén, de las de siempre y elaboradas por mis padres, que son unos maestros y las bordan.

Supongo que casi todos habréis oído hablar de las migas. Hay muchas variedades, hechas con pan, con sémola, incluso las Migas en tortilla, como las hace Fernando. Pero aquí, en mi tierra, las de pan son la típicas, y personalmente las que más me gustan. Además los acompañamientos hacen que sean mucho más "digeribles" y que se disfruten de principio a fin. 

Como ya os he dicho mis padres las hacen de muerte y hoy os pongo esta receta, que aunque no es típica del día de todos los Santos ni de Halloween es estupenda en esta época otoñal y de lluvia. Fijaros si me gustan que el 18 de agosto que es mi santo y solemos estar en el campo se las pido a mis padres para comer. Y aunque yo no esté ese día con ellos, las han "institucionalizado" para Santa Elena, jeje.

Comentaros que es un plato "bregoso", en cuanto a ingredientes y elaboración, pero a la vez es estupendo para pasar un día de campo en familia o con los amigos. Eso sí, poned al musculoso de la familia a moverlas o turnaros entre todos porque no se pueden parar de mover.

En cuanto a las proporciones os dejo unas cuantas fotos para que por "ojímetro" calculéis según las personas que estéis. En este caso (en las fotos que os pongo) se hicieron migas para unas 20 personas, por lo que si sois menos ajustad las cantidades).

Espero que os gusten tantíiiiisimo como a mi. Aquí os dejo la receta que se hace en mi casa:

INGREDIENTES (para 6 personas, haced la proporción para más o menos comensales)
  • 900 grs. de Pan de pueblo "sentado" (150 grs. por persona)
  • 3 Chorizos frescos (1/2 por persona)
  • 300 grs. de Tocino de Panceta Salada (50 grs. por persona)
  • 1 cabeza de Ajos
  • 1/2 vaso de Aceite (puede que necesitemos algo más)
  • Sal

Para acompañar: 
  • Pimientos verdes fritos (básico)
  • Melón (muy recomendable)
  • Ajos fritos (los que habremos reservado de la elaboración)
  • Naranjas (opcional)
  • Uvas (opcional)
  • Rábanos (opcional)
  • Granadas (opcional)
  • Boquerones o Sardinas fritas o en Salazón (yo personalmente prefiero no ponerle)

El proceso comienza 2 días antes, comprando un buen pan para que el día antes de las migas esté "bien sentado" (o espeso, con consistencia).

El día anterior prepararemos el pan. Para ellos con un cuchillo vamos cortando rebanadas (del tamaño de una patata a lo pobre) de unos 3 mm. de grosor. Eso es lo que hace mi padre que es muy detalloso. También hay quien "tira pellizcos" al pan, es decir, "desmigaja" el pan, pero quedan más sueltecitas así.

En un barreño vamos poniendo una capa de pan y la vamos humedeciendo un poco. No mojar tanto que nos quede hecha una pasta ni muy seca. Debe estar húmeda, no empapada. Al día siguiente si tocamos un poco la corteza debe deshacerse, pero nunca dejar que se hagan un "amasijo" (insisto en esto). Vamos rellenando el barreño hasta que terminemos de partir el pan montando unas capas sobre otras.

Dejamos reposar toda la noche tapadas con un paño de cocina.

A la mañana siguiente debemos empezar con una hora y media aproximadamente de antelación a prepararlo todo. 

Partimos los ajos en láminas gordas, los chorizos (unos 6 trozos por chorizo), y la panceta en dados (ver fotos). 

Troceamos los pimientos en tiras grandes y freímos a fuego medio. Reservamos.



Ahora empezamos con la elaboración de las migas. Necesitareis un fuego grande (tipo paellera) para elaborar grandes cantidades y una sartén adecuada a las mismas.

Lo primero que haremos será freír los ajos a fuego medio (con medio vaso de aceite). Se sacan cuando estén dorados y un pelín crujientes (no los dejéis más). Reservamos.



Después freímos el tocino y lo sacamos cuando empiece a dorarse. Reservamos.



Por último freímos los chorizos, sin que lleguen a hacerse mucho. Luego estarán un rato más haciéndose con las migas, así es que solo darles unas vueltas. Reservamos junto al tocino.



Tanto la panceta como el chorizo irán soltando grasa. Podemos apartar un poquito de este aceite en un vaso, para que no nos pasemos. Si viéramos al freirlas que quedan secas, podemos irle añadiendo poco a poco del que tenemos reservado.

Así deben quedar todos estos ingredientes (este es el punto de "fritura"):



Ahora iremos añadiendo el pan puñado a puñado (no todo de una vez) en la sartén. Añadimos un poquito, damos unas vueltas y añadimos otro poco. Así hasta completar la cantidad que tenemos. 

Freiremos a fuego medio. Se pueden hacer también a fuego fuerte, pero habrá que mover con mucha más asiduidad para evitar que se nos peguen, es decir, no podremos dejar de mover. Si están a fuego medio podemos mover un poco, paramos unos segundos, movemos otro poco...



Cuando el pan empiece a tomar color, cuando lleve un rato en la sartén añadimos los chorizos y la panceta (la foto siguiente muestra el momento en el que se lo añadimos, para que os hagáis una idea) y seguimos el mismo proceso: mover sin parar. Añadimos la sal (preferible quedarse corto... Si no tenéis cálculo se puede rectificar en cualquier momento).



Las migas estarán hechas cuando pierdan la humedad: si las probamos no notaremos el agua de humedecerlas y se empezarán a desprender unas de otras. Pero no os paséis, que no deben quedar tostadas tampoco pues estarían más resecas y no es ese el punto: debemos notar la miga pero no el agua.



Así quedarán cuando estén terminadas:



Servimos acompañadas de pimientos (esto es muy tradicional) y melón (las hace muchísimo más ligeras y le dan un punto dulce buenísimo) y si os gustan, con los ajos fritos. En casa también solemos poner rábanos y naranja y alguna vez uvas. ¿A que apetece un platito?

martes, 23 de octubre de 2012

Galletas de avena con Manzana y Canela



Por más que uno mire webs y libros de cocina, nunca deja de encontrar recetas nuevas, distintas e incluso sorprendentes. Esto me pasó el otro día, cuando buscaba alguna receta rápida de galletas (sin rodillo, que son más rápidas y no tenía tiempo para filigranas...) y buscando en mi superlibro "Step by Step Baking" encontré éstas tipo "cookies" (bolita de masa "aplanada" con la mano y al horno) y que resultaron sorprendentes y muy distintas a las que he hecho otras veces.




¿Y qué tienen de distinto? Pues que son unas galletas blanditas, con textura entre galleta y bizcocho. Y es que son superhidratadas: llevan mucha manzana que evita que se resequen y que unidos a la canela le dan un sabor muy peculiar. También llevan avena, que les proporciona un efecto parecido. 

En resumen: una galleta bastante sana por los ingredientes utilizados (manzana, avena, azúcar de caña, miel, poca mantequilla...) y peculiar en su sabor. Y como otras veces, me vino de muerte para dar salida a algunos ingredientes a los que ya les tocaba... ¡Y son de manzana!, uno de mis ingredientes favoritos... 

Por cierto, el yogur que se ve al fondo de la foto..., mi siguiente entrada...

Pienso repetirlas porque el sabor me ha encantado, son rápidas y seguro que menos calóricas que otras (y eso al "cargo de conciencia" le viene estupendo). Aquí las tenéis:


INGREDIENTES (para unas 40 galletas):
  • 100 grs. de Mantequilla (a temperatura ambiente)
  • 200 grs. de Azúcar de Caña
  • 1 Huevo
  • 1 cucharadita de Extracto de Vainilla (o un sobre de azúcar vainillado)
  • 1 cucharada sopera de Miel
  • 125 grs. de Harina
  • 125 grs. de Avena
  • 2 cucharaditas de Canela
  • 1 pizca de Sal
  • 2 Manzanas
  • Leche (opcional)

Con unas varillas batimos la mantequilla junto al azúcar de caña hasta que quede una mezcla cremosa. Añadimos el huevo, la vainilla y la miel y seguimos batiendo hasta que se integren bien todos los ingredientes.

Incorporamos a la mezcla anterior la harina, la avena, la canela y la sal y mezclamos con una cuchara.

Precalentamos el horno a 190º C.

Pelamos, quitamos el corazón y con un rallador grueso rallamos la manzana. Añadimos a la mezcla anterior y  movemos hasta que nos quede todo bien integrado. Quedará una masa bastante blandita, húmeda y algo pegajosa.  En la receta original recomienda añadir leche si ha quedado muy espesa, pero en mi caso para nada, ya estaba bastante "jugosa" gracias a las manzanas que lleva.

Cubrimos la bandeja del horno con papel de hornear o con una lámina de silicona. Con dos cucharitas (o con la mano) hacemos bolitas del tamaño de una nuez. Vamos poniendo sobre el papel y "espachurramos" un poquito para que se aplanen algo. Por si dudáis cuanto espacio dejar entre unas y otras deciros que esta masa no se expande demasiado en el horno, solo un poquito. Yo hice tandas de 16 galletas ( 4 x 4).

Horneamos a 190º C durante unos 13-15 minutos (en mi caso). El punto está en el momento en el que la galleta empieza a dorarse. Dejamos enfriar en una rejilla y listas para comer.

Estas galletas se conservan durante 5 días en una caja bien cerrada (seguro que no necesitáis tanto tiempo para acabar con ellas...).

miércoles, 10 de octubre de 2012

Pastel de Manzana con Crema pastelera y Helado de Lima Curd



Ya no sé que título ponerles a mis recetas de tartas de manzana. Y es que con esta ¡ya van 6!, solo de tartas. 

Os he comentado en más de una ocasión que son mi debilidad: el dulce mezclado con el saborcito ácido y refrescante de esta fruta me fascina, es estupendo... Y no me canso de probar y experimentar recetas con manzana.

Hoy os traigo una muy facilita y muy típica (aunque yo no la tenía hecha aun). Fondo de masa quebrada, con una crema pastelera y una "rosa" de manzanas por lo alto. Realmente la hice porque tenía masa quebrada + huevos + manzanas que gastar, y como no, iba a casa de mis padres. Allí los chocolates y tartas empalagosas gustan poco (ya os lo he dicho en varias ocasiones). Y esta sabría que sería ideal...

Y lo mejor: mi hermana Isa también llevaba su "vianda" casera que venía que ni pintada para complementar este postre. Su Helado de Lima. Un delicioso y cremoso helado ácido que debéis probar.

Y todo esto sin improvisar... Un gran postre para culminar una comida que borda mi madre: la tortilla de patatas. Su especialidad. Así casi no cené ese día... Manjares por doquier...



Volviendo a la tarta de manzana. Es una receta rápida (sobre todo si tenéis Thermomix), ligera y buenísima. Os la recomiendo encarecidamente. Aquí la tenéis.


INGREDIENTES (para un molde rizado de unos 26 cm.):
  • Una base de Masa quebrada*
  • 3 Huevos L
  • 650 grs. de Leche
  • 125 grs. de Azúcar
  • 50 grs. de Harina
  • 40 grs. de Licor de Caramelo (podéis usar también Ron, Coñac, Cointreau...)
  • La Piel de un Limón sin la parte amarilla
  • 1 cucharadita de esencia de Vainilla o un sobre de Azúcar vainillado
  • 3 Manzanas
  • 1 cucharada de Gelatina en polvo + 150 grs. de Agua + 2 cucharadas grandes de Mermelada de melocotón (opcional)
  • Mantequilla y Harina para untar el molde

*En esta ocasión iba con prisa y además se trataba de dar salida a una base de masa quebrada, por lo que no os pongo la receta: es congelada. Podéis hacerla casera y seguir con el resto de los pasos.

Precalentamos el horno a 170ºC. Untamos con mantequilla el molde y enharinamos. Reservamos.

Enharinamos la encimera y el rodillo y vamos estirando la masa quebrada hasta que calculemos que cubrirá el molde (tened en cuenta que debe cubrir las paredes también). Ponemos sobre el molde dando la forma rizada del filo y recortamos los restos sobrantes de las paredes con el mismo rodillo de cocina.

Pinchamos con un tenedor la masa para que no crezca y horneamos durante unos 8 minutos (este tiempo puede variar). El punto es cuando vemos que la masa no está cruda pero tampoco está dorada. Si nos pasamos de horno luego no habrá quien corte la tarta y nos quedará rígida en vez de tierna.

Mientras se cocina la masa elaboramos la crema pastelera. Si tenéis Thermomix es muy facil. Yo pongo primero los huevos y los bato (sin la mariposa) a máxima potencia para que no queden briznas de clara mal batida. Después pongo la mariposa y añado el resto de los ingredientes: leche, azúcar, harina, licor, limón y vainilla. Programo 6 minutos, 90ºC, velocidad 4. Una vez terminado el tiempo dejamos un minuto más sin temperatura y listo.

Si no tenéis Thermomix seguid el mismo proceso pero en una olla a fuego medio y con unas varillas. Cocinamos todos los ingredientes sin dejar de mover (se nos puede pegar si nos despistamos un momento), y cuando vemos que espese retiramos.

Volcamos sobre la masa quebrada pero no toda, sino aproximadamente que cubra un dedo la masa. Reservamos. (El sobrante son unas estupendas natillas que con una galleta mojada en leche y caramelo líquido están de muerrrrrte....)

Mientras vamos pelando y partiendo las manzanas en láminas. Un poco de paciencia pues puede ser esto lo más trabajoso. Si queréis podéis añadir un poco de zumo de limón para que no se pongan negras. En mi caso no lo hice y quedaron bien. Hay manzanas que oxidan antes y quizás con ellas puede ser más necesario.

Desde los bordes al centro de la tarta vamos colocando los gajos de manzana "de pie" (en vez de "recostados" deben quedar "clavados"), intentando crear una rosa, hasta llegar hasta el centro (reservar los gajos más chiquititos para la parte central).

Horneamos a 180ºC unos 40-45 minutos. La manzana debe verse cocinada, no cruda. Sacar del horno y dejar enfriar un poco.

Si queremos darle un poco de brillo podemos cocinar (calentar en una olla) la gelatina con el agua y la mermelada de melocotón. Calentamos hasta que empiece a hervir. 

Pintamos la manzana y dejamos enfriar unas cuantas horas en la nevera (de un día para otro estará mejor, pues se habrán integrado los ingredientes y tendrá una temperatura más fresca).

lunes, 8 de octubre de 2012

Churros de lazo



¡No os podéis imaginar lo contenta que estoy! Al fin he encontrado la receta que buscaba. Por fin sé hacer... ¡el churro "perfecto"!

Y es que no creáis que ha sido una tarea sencilla... Llevo años con una churrera en casa y varios intentos fallidos de conseguir un buen churro. Seguía la receta típica de mitad de harina y mitad de agua (a veces incluso variaba las proporciones de agua). Al final: siempre me salían muy duros por dentro, no me convencían. Llegué a desanimarme bastante hasta el punto de dejar la churrera apartada en casa y pensar si había sido buena compra...

Pero el sábado pensé que tenía muchas ganas de desayunar unos churros el domingo, y que quería hacerlos yo: me iba a dar otra oportunidad. Así es que me conecté a internet con el propósito de no salir sin una receta que me convenciera para llevar a cabo esta ardua tarea que me había encomendado a mí misma...

Después de mucho mirar: no llegué a ninguna conclusión. Pero vi varias indicaciones que podían aportar algo nuevo a mis recetas: cogí todas esas ideas y las plasmé en mi receta. Así es que probé y ¡estupendo! Exactamente los churros que quería: crujientes por fuera y tiernos por dentro.

El secreto no sé si será la Harina Panadera, la levadura Royal, la leche o la mantequilla..., o quizás el reposo. El caso es que pienso seguir esta receta al pie de la letra para la próxima vez...

¿Os animáis a hacerlos?


INGREDIENTES (para unos 15 churros, 2-3 personas)
  • 1/2 taza (y un pelín más) de Agua (125 grs.)
  • 1/2 taza (y un pelín más) de Leche (125 grs.)
  • Una cucharadita colmada de Mantequilla
  • Un pellizco de Sal (3 grs.)
  • 1 taza de Harina normal (150 grs.)
  • 1 cucharadita de Levadura tipo Royal (no de panadería)
  • Aceite para freír



La elaboración es muy rápida y sencilla. Tamizamos la harina junto con la levadura y reservamos.

En una jarrita medidora mezclamos el agua y la leche. Ponemos en un cazo los líquidos junto con la sal y la mantequilla y calentamos hasta que empiece a hervir. Aquí podemos seguir una de estas 2 opciones:

VERSIÓN VITROCERÁMICA
En este momento cortamos la vitrocerámica y dejamos la olla encima (si es cocina de gas ponemos al mínimo). Añadimos de golpe, de una sola vez, la mezcla de harina al cazo y con una cuchara de madera vamos moviendo hasta que veamos que queda una mezcla más o menos homogénea y que se separa de las paredes del cazo (un par de minutos moviendo más o menos). Yo aprovecho este momento para probar el punto de sal y rectificar si está muy soso (si os habéis pasado será más complicado...)

VERSIÓN KITCHEN-AID O AMASADORA
Aunque ensucias un cacharro más es una forma más cómoda de hacer la mezcla. Tamizamos la harina y la levadura sobre el vaso de la amasadora. Una vez que la mezcla de líquidos hierva la vertemos de golpe sobre el vaso de la harina y con el accesorio de pala movemos a velocidad mínima hasta que nos quede una mezcla homogénea. Si hay que rectificar de sal será mucho más fácil de mover con la amasadora que con la cuchara.


Debemos obtener una masa consistente, pero húmeda y relativamente manejable. Como una plastilina tipo "Play-Doh" recién comprada, muy blandita (¡vaya comparación!). Tapamos con un paño de cocina y dejamos reposar una media hora.

Pasamos a la churrera y vamos haciendo los churros según las indicaciones del fabricante y el tipo de churrera que tengamos. Los vamos depositando sobre un paño de cocina (o en la encimera limpia) y reservamos mientras se calienta el fuego. Con esto evitaremos estar friendo a la vez que haciendo los churros y no poder estar pendientes al cien por cien de ellos (¡que no se nos quemen!).


FRITURA Y CONSEJOS PARA OBTENER EL PUNTO EXACTO
Calentamos el aceite en una sartén (yo pongo como un dedo o poco más de aceite) y cuando veamos que está caliente freímos una bolita pequeña de masa. Cuando esté dorada podemos empezar a freír los churros. También podemos hacerlo en cuanto el aceite empiece a echar humo.

Dependiendo del grosor de los mismos necesitarán más o menos tiempo. En mi caso para que se cocinen bien deben quedar doraditos. Pero os recomiendo que el primer churro que saquéis del fuego lo partáis y miréis si está bien hecho por dentro, ni crudo ni tostado (el punto de color que tienen los míos es el que a mí me funciona). En mi vitrocerámica (una Teka) pongo el calor al máximo (al 9). Cuando los churros lleven unos 15 o 20 segundos bajo al 7-8, para que no se hagan muy rápido. Necesitan unos 3 minutos por cada lado más o menos para quedar bien hechos (yo uso un par de tenedores para darles la vuelta y sacarlos). Si vemos que pierden la forma y se abren es que o tienen poco aceite (añadimos más) o éste no está lo suficientemente caliente. Si se nos tuestan enseguida (no se doran, se ponen muy oscuros por los bordes y blancos por el interior del dibujo) quedarán crudos por dentro y eso es porque el fuego está muy fuerte.

Una vez fritos sacadlos y ponedlos en un plato cubierto con una servilleta para que absorvan el exceso de aceite.

Eso es todo. Acompañadlo con un buen chocolate a la taza y un platito de azúcar "para mojar". Seguro que repetís muy a menudo y no os digo nada si tenéis niños... Yo en invierno los hago al menos una vez al mes.

viernes, 5 de octubre de 2012

Plum Cake marmoleado



Hoy os traigo una receta de esas que recuerdan a la niñez. Cuando en casa se descubrieron los Plum Cake "Mildred". ¡Ay lo que nos gustaban! Y eso que no eran caseros... Pero es que estaban muy suaves y muy ricos. Y si encima llevaban chocolate... No duraban nada en casa, ¡con lo golosos que somos!

Desde que comencé mis andaduras por la cocina he intentado varias veces hacer este pastel. Pero casi siempre he obtenido un bizcocho bastante más espeso de lo normal. Este tipo de bizcocho es "consistente", pero los que hice lo eran más aun: no me llegaron a convencer.

Pero me seguí empecinando y el otro día encontré esta receta en Velocidad de Cuchara, un blog especializado en recetas de Thermomix y que me da muchas garantías. Además, los comentarios acerca de lo bueno que está eran muy positivos. Así es que hice un intento más... ¡Y me ha encantado! Mi hija se va contentísima al cole con su trocito de plum cake..., y yo al trabajo también, jeje. Muy suave de sabor y espesito pero tierno. Otro que va a la lista de "Repetir".

Os pongo entre paréntesis los datos para hacerla en Thermomix, que es como lo hacen en la receta original.


INGREDIENTES (para un molde rectangular de plum-cake):
  • 200 grs. de Mantequilla a temperatura ambiente
  • 200 grs. de Azúcar
  • 4 Huevos medianos
  • 1 cucharadita de Azúcar Vainillado
  • 250 grs. de Harina
  • 1 pellizco de Sal
  • 1 cucharada de Levadura
  • 15 grs. de Cacao Puro (yo usé Valor)

Con unas varillas batimos la mantequilla con el azúcar hasta que quede una mezcla homogénea (con Th. 30 seg. vel. 3 sin varillas).

A continuación vamos añadiendo los huevos uno a uno y seguimos batiendo hasta que estén bien integrados. (Con Th. vel. 3 sin tiempo).

En otro bol añadimos la harina junto con la levadura y la sal y mezclamos bien. Posteriormente añadimos a la mezcla que teníamos y batimos con la batidora normal sin las varillas (Con Th. 1 min. vel. 3). Con una espátula terminamos de remover por si ha quedado harina en las paredes o sin mezclar bien.

Precalentamos el horno a 180ºC.

Engrasamos el molde de plum cake con mantequilla y harina o forramos con papel de hornear (si es de silicona no hace falta).

Separamos la mitad de la masa (yo prefiero un poco menos de la mitad de cacao) y le añadimos a una de las partes el cacao en polvo. Mezclamos muy bien (en la Th. 10 seg. vel. 3 y terminamos de mezclar con la espátula).

Ahora en el molde vamos añadiendo cucharadas alternas de los 2 tipos de masa para conseguir el efecto "marmolado". Damos unos golpecitos en el molde contra la mesa para que se asiente bien la masa y no queden huecos y si hace falta alisamos la superficie con la espátula un poquito.

Horneamos durante 45 minutos o hasta que pinchando salga el palito limpio. Sacamos del horno y dejamos enfriar unos 10 minutos antes de desmoldar.