martes, 25 de octubre de 2011

Suizos


¡Qué olor sale de mi horno!: bollería casera, sin colorantes, conservantes, "E" de ningún tipo: todo natural. Y es que gracias a la propuesta dulce del círculo Whole Kitchen de este mes, "Brioche" me he animado a hacer este bollito que tantas veces he comprado para desayunar.

En este caso he elegido la receta del libro "Pan y Bollería" de Thermomix, aunque con cambios: utilizando azúcar invertido, más harina y con un robot de amasado, que deja mejor las masas.




El resultado ha sido buenísimo, unos bollitos muy tiernos y suaves que ya estoy pensando con qué rellenar para el desayuno de mañana, quizás mantequilla y mermelada casera de melocotón, umm...

Aunque la receta es fácil de encontrar, aquí la tenéis:

Ingredientes (para unos 12 suizos):
  • 170 grs. de Leche
  • 35 grs. de Azúcar
  • 40 grs. de Azúcar invertido (si no se tiene usar azúcar normal)
  • 120 grs. de Mantequilla
  • 40 grs. de Levadura fresca de panadería (o 16 grs. si es seca)
  • 4 huevos medianos
  • 550-650 grs. de Harina de Fuerza
  • 10 grs. de Sal (una cucharadita)
  • 1 Huevo (para pintar)
  • 100 grs. de Azúcar humedecida con agua

Sacamos la mantequilla con tiempo de la nevera para que se atempere.

Calentamos la leche en el microondas (entre templada y caliente), añadimos la mantequilla y el azúcar blanquilla y mezclamos bien.

Añadimos la levadura y los huevos y mezclamos también.

Incorporamos en 2 veces la harina con la sal: partimos de los 550 grs. y vamos añadiendo hasta que la masa deje de estar pegajosa, (yo usé huevos talla L y necesité 700 grs. de harina). Amasamos en el robot durante unos minutos hasta que la masa este bien integrada y elástica.

Dejamos reposar en el mismo bol de amasado hasta que doble el volumen (dependiendo de la temperatura ambiente, de la levadura... este tiempo puede variar, aunque aproximadamente será una hora u hora y media.

Nos engrasamos las manos con un poco de aceite (si la masa está algo pegajosa aun) y sobre la encimera espolvoreada de harina vertemos la masa. Hacemos porciones de unos 85 grs.

Boleamos cada una de ellas y colocamos sobre papel de hornear que cubrirá la bandeja de horno que vayamos a utilizar. Es importante que en este paso quede ya la masa ubicada en la bandeja de la misma forma en la que vayamos a hornear: una vez que la masa empiece a levar de nuevo ya no habrá forma de cambiarla de sitio sin que se desinfle. Lo mejor para esta medida es hornear de 4 en 4 o de 6 en 6 como mucho, aunque con 6 ya se empiezan a juntar unos contra otros. Dejamos levar de nuevo hasta que doblen el volumen. Yo puse el horno a 50º durante un par de minutos y corté: el tiempo justo para que esté un poquito más caliente que la cocina. Y metí las 3 bandejas dentro a levar.

Cuando hayan crecido lo suficiente hacemos un corte a lo largo en cada suizo y pintamos de huevo. Dejamos levar un poquito más para que se recupere del corte. Precalentamos el horno a 250º.

Antes de hornear añadimos el azúcar sobre la zona donde hemos hecho el corte. Introducimos en el horno en la parte media-baja con calor arriba y abajo durante 7 minutos. Es muy importante no parar de vigilar el horno. A los 2 minutos aproximadamente daremos la vuelta a la bandeja para que se doren por igual y al minuto y medio más o menos, quitamos el calor de arriba y si es necesario tapamos con papel aluminio para que no se nos doren en exceso las piezas.

Sacamos del horno y dejamos enfriar. Espero que os gusten.


domingo, 23 de octubre de 2011

Lemon Angel Food Cake o Magdalenas de Limón y Claras


Aunque parezca que hoy publico dos recetas, en realidad es una con su correspondiente variante, y todo ello fruto de la casualidad.

El caso es que esta mañana he decidido descongelar otro montón de claras de las que voy almacenando poco a poco a base de usar yemas y no querer tirar su correspondiente pareja de clara. Ya tenía demasiadas y llevaban ya un tiempecito en el congelador. Y la mejor opción: otro Angel Food Cake: el anterior me pareció exquisito y me han dado ganas de seguir probando, así es que esta vez para variar y dado que no me gustan los aromas artificiales, me he decantado por uno de limón, con su correspondiente zumo (que además ayuda a dar firmeza a las claras) y ralladura del mismo.

Para el tamaño del molde que tengo siempre he usado el bote de 9 claras que venden en Mercadona. Pero como esta vez eran claras congeladas individualmente he utilizado las 9 correspondientes. Y no sé si porque esta vez me han subido muchísimo (creo que como nunca de espesitas y fuertes) o porque las claras de huevo talla L son mayores que las de los botes, el molde rebosaba mezcla. Mi hija me ha dado la idea de unas magdalenas, así es que yo muy obediente he procedido y éste ha sido el resultado.

He obtenido un bizcocho super-esponjoso con un aroma natural a limón delicioso. Muy suave al paladar y con la textura de nube de los Angel Food Cake: no hay nada igual.

Entonces como queráis: podéis usar el típico molde de patitas o hacer la versión magdalena utilizando las correspondientes cápsulas. Lo dejo a vuestra elección.




Ingredientes (para un molde de 18 cm. de diámetro):
  • 9 Claras de huevo (o un bote completo de claras de los que venden en Mercadona)
  • 1/4 cucharadita de Sal
  • 1 cucharadita de *Cremor tártaro
  • 200 gr. Azúcar
  • El zumo de 1/2 limón grande
  • Ralladura de 2 limones
  • 100 grs. Harina tamizada
  • Azúcar glass (opcional, para las magdalenas)

*Podemos sustituir el cremor tártaro por la misma cantidad de ácido tartárico:
- Gasificante para repostería del Mercadona (sobre blanco, en la zona de la levadura y harinas)
- Gaseosa "El Tigre" (sobre blanco)
- También montando las claras en un caldero de cobre, conseguimos el mismo efecto

Tamizamos la harina y reservamos. Para ello solo tenéis que "colarla" por un colador grandecito.

Mezclamos las claras con la sal y el cremor tártaro en un recipiente amplio (un bol o una olla mediana). El cremor tártaro hace que las claras se mantengan firmes y no se bajen, lo que es imprescindible para nuestro bizcocho.

Empezamos a montar las claras con la batidora de varillas. Iremos montando girando las varillas manualmente alrededor del bol a la vez que está encendido el motor. Con esto conseguiremos que se "espumen" más. Batiremos hasta que veamos que se van formando "picos" blandos. Añadimos el zumo del limón.

Ponemos el horno a precalentar a 170º.

En este momento añadiremos el azúcar lentamente a cucharadas. Seguimos batiendo hasta que las claras estén firmes (si ponemos boca abajo no se caen, es lo que decía mi abuela). En este momento estarán listas.


Añadimos la harina y la ralladura del limón al bol y vamos mezclando con movimientos envolventes con una paleta de silicona. Para ello vamos rodeando con la pala el bol e introduciendo en el centro lo que sacamos del fondo. Es una forma de mezclar muy suave que evitaque se bajen las claras al "espachurrarlas". Hay que tener paciencia pero el resultado lo merece, ya que si no lo hacemos así podemos echar al traste todo el proceso anterior de montar las claras.

Vertemos la mezcla en el molde del Angel Food Cake (que bajo ningún concepto debe estar engrasado), o en moldes de magdalenas, según queramos hacer. Le damos unos golpecitos fuertes en la encimera de la cocina para que salga el aire fuera del fondo y se iguale el ras del molde.

Introducimos en el horno durante unos 35 minutos aproximadamente. Cuando lleve unos 30 pinchamos y empezamos a comprobar que esté hecho. Una vez que salga el palito limpio ya está terminado.

Sacamos del horno y ponemos boca abajo (solo si estamos haciendo el bizcocho). Dejamos enfriar durante una hora aproximadamente y desmoldamos con cuidado, primero separando del molde y después quitando la parte central.

Si nos hemos decantado por las magdalenas, espolvoreamos con azúcar glass cuando se hayan enfriado un poco y listo.


viernes, 21 de octubre de 2011

Ravioli de Setas


¡Ay madre que pasta casera hicimos el lunes! Tenía unas ganas... Y es que vuelvo a insistir en que no hay nada como lo hecho en casa.

Me encanta la pasta rellena, pero cuando tú puedes elegir el relleno y la salsa crece esta ilusión. Así es que aprovechando unas setas deshidratadas que tenía (las que uso para el Risotto) e improvisando los ingredientes para la salsa obtuvimos esta receta.

Deciros que es exquisita, de verdad. Un relleno casi 100% setas picaditas. Y las trompetas de la muerte que son supersabrosas..., ¡son estupendas!. Obtuvimos una pasta para quedar de lujo en una cena especial, o por qué no, para tomarlos en una comidita romántica en casa.

Si sois de los que hacéis pasta casera os lo recomiendo al máximo.

Ingredientes (para 2 raciones):

Para los Ravioli:
  • 200 grs. Harina
  • 2 Huevos
  • 3 dientes de Ajo
  • Aceite
  • 50 grs. de Setas deshidratadas (mis preferidas las Trompetas de la muerte)
  • 1 chorrito de Vino Blanco
  • Perejil
  • 6 Nueces

Para la Salsa:
  • 1/2 cebolleta
  • 200 ml. de Nata para cocinar
  • 2 Lonchas de Jamón Serrano
  • Perejil

Primeramente elaboramos la pasta. Para ello mezclamos la harina con los huevos y amasamos hasta que quede una pasta manejable. Yo suelo utilizar menos harina de la que pongo y le voy añadiendo conforme lo vaya pidiendo, hasta que no se nos pegue en las manos.

Una vez hecha hacemos una bola, la envolvemos en film transparente y a la dejamos enfriar en la nevera durante 1 hora.

Mientras preparamos el relleno. Picamos los ajos y sofreimos un poquito. Añadimos las setas muy picadas ( lo más que podamos) y salteamos. Regamos con el vino blanco y dejamos hacer hasta que se evapore. Añadimos el perejil, removemos y cortamos el fuego. Una vez que useis el relleno para el ravioli os recomiendo no lavar la sartén para hacer la salsa: los sabores de las setas harán que sea más sabrosa.

Ahora elaboraremos el Ravioli. Vamos cogiendo puñados de la pasta (como de unos 125 gramos). Ponemos la máquina en el 1 y pasamos el montoncito que antes habremos "aplanchetado" un poco con la mano para que entre en la máquina. Doblamos la tira resultante en tres partes y lo pasamos de nuevo (unas 3 veces normalmente) hasta que vemos que la masa está homogénea y no quedan grumos ni agujeritos (puede ser que "pida" harina para pegarse menos, si es así vamos espolvoreando sobre la masa).

Después ir pasando la "tira" resultante por todos los números en mi caso hasta el 7 para este tipo de pasta. Veremos que conforme vamos subiendo el número la pasta se nos alarga y alarga hasta quedar perfectamente una tira de 1 metro (o más). A mí cada tira me daba para cubrir 2 moldes de ravioli (la parte de arriba y la parte de abajo).

Ahora hacemos los ravioli propiamente dichos: ponemos un poquito de harina en el molde, ponemos la tira encima y apretamos un poquito para que se pegue. Con una servilleta de papel hacemos una bola que vamos empujando dentro de cada uno de los huecos de los ravioli para darle la forma. Después untamos los filos (donde van a ir los cortes de cada ravioli) de agua. Rellenamos los agujeros con la mezcla de setas y ponemos la otra mitad de la tira de pasta encima. Empujamos con los dedos para pegar por el mismo sitio (donde está el corte). Como aun apretando mucho y pasando el minirodillo un montón de veces no se cortaban optamos por solamente apretar para darles la forma y delimitar la zona de corte. Desmoldamos con cuidado y con un cortador de empanadillas cortamos por la zona marcada: así ahorramos bastante tiempo.

Poner en una bandeja con el fondo cubierto de harina para que no se peguen: cuanto más humedos más harina. Si están más resecos casi no les hace falta. Repetimos la operación hasta que acabemos toda la masa.

Salsa:
En la sartén donde hemos hecho el relleno (sin lavar) ponemos la cebolla troceada con un poquito de aceite y sofreimos a fuego muy lento para que se poche. Una vez hecha añadimos la nata y el jamón y dejamos cocer a fuego lento hasta que tome consistencia. Adornamos con perejil picado.

Mientras se cuece la salsa ponemos a hervir una olla con agua, sal y un chorrito de aceite. Cuando hierva añadimos la pasta y dejamos cocer durante unos 4 minutos. Escurrimos la pasta.

En la sartén donde se hace la salsa mezclamos la pasta y dejamos calentar un ratito juntos para que se integren bien los 2 elementos. Servir calentitos.

martes, 11 de octubre de 2011

Bizcocho de Zanahorias y Nueces especiado


Al igual que pasa con las tartas de queso, hay tantas variantes de bizcocho de zanahorias que hay que empezar a darles nombres largos para poder distinguir unos de otros. En concreto esta receta es del libro Step-by-Step Baking, de Caroline Bretherton. Rebuscando en amazon.co.uk lo encontré, y dando un vistazo al interior supe que ese libro tenía que ser mío.



¡No os podéis imaginar qué libro!. Más de 1500 fotografías de cómo elaborar paso a paso cientos de postres y recetas al horno. Además, encuentras todo: cualquier tipo de postre (están clasificados por temáticas) está a tu alcance con un montón de fotos e indicaciones de cómo hacerlo: tamaño del molde, comensales, tiempo de elaboración... Es completísimo. Encuentras galletas y muffins de todo tipo, bizcochos, tartas de queso, macarons, merengues, angel food cake, brownies... creo que no me he quedado con ganas de nada que no esté. Os lo recomiendo 100%. Además con un precio bastante bueno para la calidad y tamaño del mismo. Yo lo compré en amazon.co.uk. Es donde encuentro los libros ingleses a mejor precio.


En cuanto al sabor, qué deciros, este bizcocho me ha transportado a la Navidad. Tiene una mezla de ingredientes que lo hacen muy especial: zanahorias, nueces, canela, jengibre, nuez moscada, ralladura de naranja. Todos se perciben y se mezclan creando un bizcocho con sabor a mantecado, alfajor..., no sabría deciros, pero es algo totamente diferente a cualquier bizcocho que haya probado. Sacia bastante, por lo que no hacen falta porciones muy grandes. Lo mejor es que lo probeis. Aquí tenéis la receta:

Ingredientes (para un molde de 22 cm.):
  • 100 grs. de Nueces
  • 225 ml. Aceite de Girasol
  • 3 Huevos
  • 225 grs. Azúcar moreno
  • 1 cucharadita de Extracto de Vainilla
  • 200 grs. de Zanahoria rallada
  • 100 grs. de Pasas (opcional, yo no lo puse)
  • 200 grs. de Harina
  • 75 grs. de Harina Integral
  • 1 sobre de Levadura
  • 1 pizca de Sal
  • 1 cucharadita de Canela
  • 1 cucharadita de Jengibre
  • 1/4 cucharadita de Nuez Moscada
  • Ralladura de 1 Naranja

Precalentamos el horno a 180º. Introducimos las nueces en una bandeja y horneamos durante unos 5 minutos.

Batimos el aceite, con los huevos, el azúcar moreno y el extracto de vainilla hasta que quede todo bien integrado.

Incorporamos las zanahorias ralladas y mezclamos.

Ponemos las nueces sobre un paño limpio y vamos frotando para intentar eliminarle toda la piel que podamos. Partimos las nueces con un cuchillo de forma que queden bien picaditas y algunos trozos un poco más grandes. Mezclamos con el resto de los ingredientes y si queremos ponerle pasas lo hacemos también en este momento.

Tamizamos los 2 tipos de harina y la levadura sobre la mezcla del bizcocho y removemos mezclando bien.

Por último añadimos las sal, la ralladura de naranja y las especias: canela, jengibre y nuez moscada. Mezclamos.

Engrasamos un molde e introducimos la mezcla. Horneamos durante unos 45 minutos a 180º.

Sacamos del horno y dejamos enfriar. Desmoldamos cuando lleve aproximadamente una media hora fuera.


martes, 4 de octubre de 2011

Chocolate Angel Food Cake


"Alimento de Ángeles", ¡menudo nombre para menudo bizcocho! Algunos ya lo conocereis: está muy de moda por los blogs gastronómicos. Para los que no, deciros que es un bizcocho muy especial, hecho con un molde también muy especial y elaborado casi exclusivamente con claras a punto de nieve, chocolate, harina y azúcar. Tiene una textura muy muy esponjosa y un pelín húmeda. No es nada pesado ni empalagoso, ¡está buenísimo!

En cuanto a la elaboración, por mi experiencia sólo comentaros el tema de montar las claras. Dada mi gran afición a los dulces caseros tengo en casa Thermomix, robot tipo "KitchenAid" y la clásica batidora de varillas. Pues tras varios intentos he llegado a la conclusión que para montar claras espumosas la mejor opción para mí es la batidora de varillas (nada que decir de la KitchenAid puesto que lo que tengo es un "sucedáneo" y no la original). Tanto la Thermomix como el robot montan las claras pero no las espuma, es decir, no les introduce aire, sino que las deja blanquitas pero sin volumen, por lo que el bizcocho perdería así toda su esencia. Tras un buen rato haciendo pruebas con mi robot solo conseguí arreglar las claras con la batidora. Así es que ya sabéis que no necesitais ningún robot, solo batidora de varillas, puesto que montar las 9 claras a mano a punto de nieve puede ser demasiado trabajo...

El molde que utiliza este bizcocho es un molde de corona de aluminio (interesa que no sea antiadherente) con unas "patitas" en el borde que permiten dar la vuelta al bizcocho recién salido del horno sin que se se despegue del mismo y así evitamos que se apelmace. Una adquisición que podéis hacer si os enganchais con este bizcocho. Yo lo recibí como regalo de mi hermana. ¡Qué ilusión me hacen estos regalos! Pero si no lo tenéis y queréis hacer este bizcocho podéis sustituirlo por otro molde, eso sí, NUNCA engrasarlo con mantequilla ni aceite ni nada. Debe quedar pegadito para que no pierda consistencia. Podéis usar un molde de rosco de esos que venden muy altos que harán el efecto de las patitas.

Os pongo la receta que ha "extendido" Bea por toda la red gastronómica del país. Dispone también de un "paso a paso" para que nos salga perfecto. Ella explica el proceso con KitchenAid, y yo con la batidora de varillas. Esta chica tiene un blog que es un referente en cuanto a la elaboración de galletas y postres extranjeros. No podéis perderoslo.

Aquí tenéis la receta:

Ingredientes (para un molde de 18 cm. de diámetro):
  • 9 Claras de huevo (o un bote completo de claras de los que venden en Mercadona)
  • 1/4 cucharadita de Sal
  • 1 cucharadita de *Cremor tártaro
  • 200 gr. Azúcar
  • 2 cucharaditas de Extracto de vainilla (o un sobre de azúcar vainillado, opcional)
  • 65 gr. Harina tamizada
  • 35 gr. Cacao sin azúcar tamizado (Cacao Valor)

*Podemos sustituir el cremor tártaro por la misma cantidad de ácido tartárico:
- Gasificante para repostería del Mercadona (sobre blanco, en la zona de la levadura y harinas)
- Gaseosa "El Tigre" (sobre blanco)
- También montando las claras en un caldero de cobre, conseguimos el mismo efecto


Tamizamos la harina con el chocolate y reservamos. Para ello solo tenéis que "colarla" por un colador grandecito.

Mezclamos las claras con la sal y el cremor tártaro en un recipiente amplio (un bol o una olla mediana). El cremor tártaro hace que las claras se mantengan firmes y no se bajen, lo que es imprescindible para nuestro bizcocho.

Empezamos a montar las claras con la batidora de varillas. Iremos montando girando las varillas manualmente alrededor del bol a la vez que está encendido el motor. Con esto conseguiremos que se "espumen" más. Batiremos hasta que veamos que se van formando "picos" blandos.

Yo en este momento pongo el horno a precalentar a 170º.

En este momento añadiremos el azúcar lentamente a cucharadas. Seguimos batiendo hasta que las claras estén firmes (si ponemos boca abajo no se caen, es lo que decía mi abuela). En este momento estarán listas.


Incorporamos la esencia de vainilla y batimos hasta que esté totalmente integrada.

Añadimos la mezcla de harina y chocolate al bol y vamos mezclando con movimientos envolventes con una paleta de silicona. Para ello vamos rodeando con la pala el bol e introduciendo en el centro lo que sacamos del fondo. Es una forma de mezclar muy suavemente evitando que se bajen las claras al "espachurrarlas". Hay que tener paciencia pero el resultado lo merece, ya que si no lo hacemos así podemos echar al traste todo el proceso anterior de montar las claras.

Vertemos la mezcla en el molde que bajo ningún concepto debe estar engrasado. Le damos unos golpecitos fuertes en la encimera de la cocina para que salga el aire fuera del fondo y se iguale el ras del molde.

Introducimos en el horno durante unos 35 minutos aproximadamente. Cuando lleve unos 30 pinchamos y empezamos a comprobar que esté hecho. Una vez que salga el palito limpio ya está terminado.


Sacamos del horno y ponemos boca abajo. Dejamos enfriar durante una hora aproximadamente y desmoldamos con cuidado, primero separando del molde y después quitando la parte central.

Y ya solo queda esperar que se enfríe un poquito y dar buena cuenta de él. Os lo recomiendo 100% si queréis un bizcocho distinto, sin colesterol y para aprovechar claras de cualquier receta.


domingo, 2 de octubre de 2011

Tarta de Chocolate Kitty con Glacé de Chocolate Espejo

Hoy os traigo la tarta de cumpleaños de mi hija. Cada año celebra su cumpleaños con los amigos y me gusta prepararle algo especial. Esta vez cumplía 8 años, y cambió un poco mi esquema cuando me dijo: "mamá, yo quiero decorar la tarta para mis amigos". Por lo que pasamos de intentar darle una sorpresa a ser ella quién se involucrara en la "creación" de su tarta.

La verdad es que partimos de una pequeña desilusión. Queríamos regalar a cada uno de sus amigos unas bizcobolas de chocolate. Pero algo falló en la elaboración de las mismas con lo que se nos quedó colgado el chocolate teñido de rosa que íbamos a utilizar para bañarlas. Entonces pensamos ¿y por qué no hacer bombones? Así es que rebusqué entre los moldes de bombones aun sin estrenar que tenía y qué mejor que estos de Kitty que compré en uno de mis viajes a Barcelona. También tenía unos de corazones que podían servir.

En cuanto a la elaboración de bombones ya os contaré en otra entrada cómo hacerlos. Aun no he elaborado ningunos con la técnica del atemperado. Éstos simplemente los hice derritiendo chocolate blanco, añadiéndole algo de colorante rojo y vertiéndolo en los moldes. Pero existe una técnica para sacar todo el brillo al chocolate y es algo que quiero probar cuando tengo un ratito. Ya os contaré...

Y en cuanto al sabor: es exquisita para los amantes del chocolate. Mucho sabor a chocolate, esponjosa y caladita con almibar. El resultado fue sabrosísimo. Probé el Glacé de Chocolate Espejo de "La Cocina de Ile" y me ha encantado. Pienso utilizarlo en futuras tartas.

Os pongo todo el proceso:


Ingredientes (para 16-20 comensales):

El bizcocho:
Utilizamos la receta que se encuentra en esta entrada


El almíbar:
  • 50 grs. Agua
  • 50 grs. Licor de Caramelo
  • 100 grs. Azúcar
Ponemos en una cacerola todos los ingredientes y removemos. Hervimos durante unos 3 minutos. Bañamos una cara de cada bizcocho para que se remoje y quede más jugoso.


El relleno:
  • 1 brick de Nata para montar
  • 6 cucharadas de azúcar glass
Montamos la nata con el azúcar y cubrimos uno de los bizcochos por la misma zona que habíamos bañado con el almíbar. Tapamos con la parte del otro bizcocho que también habíamos remojado.


El Glacé de Chocolate Espejo:
  • 90 c.c. de Agua
  • 180 grs. de Azúcar
  • 50 grs. de Miel (2 cucharadas)
  • 150 grs. de Nata para montar
  • 75 grs. de Chocolate en polvo Valor
  • 10 grs. de Gelatina Neutra
Ponemos en un cazo el agua, el azúcar y la miel. Calentamos. Una vez que hierva le añadimos la nata y calentamos hasta que casi empiece a hervir de nuevo. Retiramos del fuego y le añadimos el cacao tamizado. Removemos hasta que se disuelva.

Ponemos un poquito de agua en un vaso y añadimos la gelatina. Removemos mezclando todo lo que podamos y calentamos esta mezcla al baño maría hasta que se haya disuelto completamente.
Añadimos a la mezcla anterior y removemos.

Dejamos enfriar hasta que adquiera consistencia (unos 30ºC) y no esté demasiado líquido: así "permanecerá" en el bizcocho y no desperdiciaremos tanto. Bañamos el bizcocho que habremos colocado sobre una rejilla con este glace y dejamos enfriar en la nevera.


Para adornar:
  • Bombones de Kitty
  • Bombones de Corazón
  • Triángulos de Chocolate
  • Filipinos Blancos
  • Frambuesas de chocolate (marca Hacendado)
Podéis adornar con lo que queráis. Ésta ha sido mi idea.
Para hacer los triángulos de chocolate ponemos algo del chocolate rosa de los bombones sobre papel de horno dando formas irregulares y cubrimos con chocolate de cobertura derretido. Metemos en la nevera. Cuando esté semisólido cortamos los triángulos y volvemos a introducir en la nevera hasta que el chocolate ha solidificado del todo. Separamos con cuidado del papel y pegamos a los bordes del bizcocho, que como están bañados de chocolate quedarán adheridos sin problema.
Encima de la tarta..., lo que la imaginación os diga. Os recomiendo pasar por cualquier kiosko de chucherías o tiendas de chocolates y compreis: filipinos, mikados, huesitos, kit-kat, conguitos, lacasitos, frutos secos cubiertos de chocolate, huevos o cualquier producto Kinder, galletas, bombones... Y dejéis a vuestra creatividad volar. En este caso fue mi hija la que decidió cómo colocar los elementos sobre la tarta.