lunes, 6 de septiembre de 2010

Risotto de Setas


Vengo de la Toscana. ¡Menudas vacaciones! Un lugar maravilloso tanto por sus paisajes como por sus bellas ciudades. Y no solo me he enamorado de ellas, sino también de la comida italiana (bueno, mejor dicho de la buena comida italiana) ¡y he venido con unas ganas de cocinar pizzas, pasta, risottos, helados...!

Una de las cosas que probé fue un risotto, ¡qué bien, risotto en Italia! ¡debe ser lo más! Lo probamos en una trattoria en el Trastevere y la verdad, ¡vaya desilusión! El arroz estaba muy suelto, soso, sin mucho sabor... Así es que nada más llegar de Italia me puse manos a la obra y pensé: "ésto lo supero yo". Y así fue (modestia aparte, aunque ya os digo, era facil, porque el risotto de Italia era malísimo).

Aquí os paso la receta, aunque las cantidades son un poco a ojo...

INGREDIENTES (para 2 personas):
  • 200 grs. de arroz arbóreo (especial para risotto, en su defecto arroz bomba)
  • 1 cebolleta grande o una cebolla mediana
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de Mantequilla
  • 20 grs. de setas deshidratadas (yo utilizo trompetas de la muerte, aunque los originales son los funghi porcini italianos)
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • 800 ml. de caldo (aproximadamente)
  • 20 grs. aproximadamente de parmesano rallado (o Granna Padano)
  • Sal
  • Perejil
Empezamos poniendo las setas a hidratar durante unas 2 horas con unos 400 ml. de agua (se pueden poner menos tiempo también, se hidratan bastante rápido, pero a mí me gusta dejarlas un buen rato).

Mientras ponemos un cazo al fuego y vamos calentando el caldo. El secreto del risotto consiste en añadir poco a poco el caldo ya caliente al arroz para que nunca deje de hervir, pero en cantidades pequeñas, así que es necesario irlo calentando con anterioridad.

Partimos la cebolleta a trocitos pequeños y el ajo y los ponemos a dorar a fuego lento con una cucharada generosa de mantequilla durante un ratito. Después agregamos las setas escurridas (guardar este agua, que dará mucho sabor al risotto) y rehogamos. Cuando esté añadimos el arroz y doramos durante un par de minutos. Ponemos a fuego medio-fuerte el resto de la cocción para que el caldo no quede "parado" ni tampoco hierva a fuego muy fuerte.

Añadimos el vino y esperamos a que consuma. Añadimos la sal, quedándonos más bien cortos, pues el parmesano es bastante salado y podemos pasarnos. Luego añadimos el agua en la que hemos hidratado las setas, que habrá cogido bastante sabor. Cuando haya consumido añadimos un poquito del caldo (como un vaso más o menos) esperamos a que consuma y volvemos a añadir otro vaso. Así hasta que el arroz ya no esté duro, debéis tener paciencia porque se va un buen rato. Quizás tengáis que poner más o menos caldo. Si se os acaba podéis completar simplemente con agua o agua con un poquito de Avecrem.

Por último, cuando el arroz esté en su punto añadimos una cucharada de mantequilla y una cucharada generosa de parmesano rallado, hasta que notemos que queda "pastoso". Rectificamos de sal y servimos inmediatamente espolvoreado con un poco perejil fresco y alguna lasca de parmesano.

¡Buen provecho!

1 comentario:

  1. Me hago oficialmente tu fan, madre mía que pinta el risotto, bueno y qué no? Pero el arroz y la pasta son una de mis debilidades junto con el chocolate... o sea que sí o sí me tengo que hacer fan tuyo, jajaja.

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